A los 11 meses de edad ya podía hablar e incluso leer. A sus 12 años Caleb Anderson ahora es estudiante del Instituto Tecnológico de Georgia, una prestigiosa institución que capta a los alumnos más inteligentes de Atlanta y de otras zonas de Estados Unidos, lo que ya es un enorme mérito, pero lo es más el hecho de que está en la carrera de Ingeniería Aeroespacial y es el más joven en la historia que logra ingresar a esta carrera, lo que no es nada fácil.
Después de ser un alumno destacado en el Chattahoochee Technical College durante un año, se ganó el derecho a realizar una visita al Tecnológico de Georgia donde el propio director Mark Costello lo invitó a tomar clases en esta institución, y es que desde que era todavía más pequeño llamó la atención de sus profesores. Cunado apenas tenía dos años de edad ya tomaba clases de primer grado de primaria y también siendo todavía un niño entró a la secundaria.
No soy realmente inteligente (…) Simplemente capto la información rápidamente. Entonces, si aprendo más rápido, avanzo más rápido.
-Caleb
El director del tecnológico manifestó que está seguro de que Caleb se convertirá en un alumno formal y que además tendrá mucho éxito en sus estudios hasta convertirse en ingeniero aeroespacial, y los padres también están comprometidos con seguir guiando a su hijo para que reciba la mejor educación posible, pero también para que pueda adaptarse al contexto en el que se encuentre, pues no es fácil ser siempre mucho menor al resto de sus compañeros.
Queremos que esté en un entorno donde sea aceptado y tolerado (…) Definitivamente lo estamos protegiendo (…) para asegurarnos de que cuando sea adulto, sea un gran esposo, un gran padre, un gran amigo, algún día.
-Padres de Caleb
El camino de este genio no ha sido fácil, justamente por ser siempre más pequeño que los demás, lo que ha hecho objeto de burlas, sin embargo él se asume como alguien “diferente”, pues reconoce que su capacidad de aprendizaje es superior al de la mayoría y tiene que aprender a vivir de esta manera. A sus 12 años ya está decidiendo en qué universidad va a estudiar, cosa que en promedio se hace a los 17, 18 o más años.
Tengo este recuerdo distintivo de ir a una clase de primer grado y aprender allí, y todos eran mucho más altos que yo, porque, ya sabes, yo tenía dos años. ¡Apenas podía caminar! (…) Los niños en la escuela secundaria como que me despreciaban, me trataban como si fuera una anomalía (…) Y yo lo soy.
-Caleb
Caleb dice que así ha sido toda su vida y está listo para enfrentar los retos que vengan, pues al asumirse como alguien diferente no lo hace con pesar, sino que sabe que es parte del esfuerzo que tiene que realizar para cumplir sus metas, además de que cuenta con el respaldo de sus padres y maestros, quienes saben que en lugar de considerarlo como a alguien “raro” se le debe considerar como un genio. Estamos seguros que muy pronto tendremos noticias de los logros que vaya alcanzando este pequeño.