Como ya sabemos (y si no saben, se enteran), la NASA tiene planeado regresar a la Luna en 2024. Esto será un suceso histórico por todo lo relacionado al viaje, sobre todo porque será el alunizaje de una primera mujer. Además de eso, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de los Estados Unidos sabe que al llegar los astronautas necesitarán un lugar para ir al baño, y para crear el mejor inodoro lunar están dispuestos a escuchar nuestras ideas para así fabricar el mejor baño lunar que sea fácil de usar en el espacio.
Es por eso que la NASA está anunciando el reto “Lunar Loo Challenge“, una competencia en asociación con HeroX para crear el mejor inodoro espacial para el futuro alunizaje humano de la agencia. Como parte del programa Artemis, que tiene, como mencionamos en un principio, el objetivo de enviar a la primera mujer y al siguiente hombre a la Luna para 2024, el módulo de aterrizaje llevará a los astronautas desde la órbita lunar hasta la superficie del satélite natural de la Tierra.
Esto significa que el baño a bordo debe ser versátil y tendrá que trabajar en órbita, donde los astronautas no tendrán peso, y también cuando experimenten una sexta parte de la gravedad de la Tierra en la superficie lunar. Y es que, sin mucha gravedad, las cosas pueden convertirse en un desorden si no van preparados.
Después de más de medio siglo de enviar humanos al espacio, la NASA se ha vuelto bastante buena en la construcción de baños espaciales. Pero la agencia quería hacer algo diferente, especialmente porque la tecnología del baño ha avanzado mucho aquí en la Tierra.
Mike Interbartolo, gerente de proyecto para el “Lunar Loo Challenge”, dijo a la revista The Verge: “Queríamos ver qué hay ahí fuera: cuáles son las incógnitas desconocidas y poner el poder de la multitud para encontrar a esos científicos ciudadanos que tienen perspectivas diferentes”. Pero eso no es todo, la agencia planea otorgar hasta 35 mil dólares en premios y que el “trono” ganador pueda incluirse en el módulo de aterrizaje, ¡qué honor más grande!
Y es que, independientemente de lo que se le ocurra a la NASA y al público, probablemente será mucho mejor de lo que los astronautas del Programa Apolo tenían a su disposición. La nave espacial Apolo no tenía baños en absoluto, para orinar tenían que hacerlo en un tubo de goma que transfería el líquido fuera de la nave espacial o a un contenedor de almacenamiento. Si eso suena mal, “hacer del dos” era peor, pues tuvieron que usar bolsas de plástico con anillos adhesivos alrededor del borde que se unían a sus espaldas… ¿Incómodo? Algo.
“Fue desastroso”, dijo Interbartolo. “No tenía ningún control de olores. La tripulación lo odiaba. No fue fácil sellar bien la bolsa sin que tu amigo tuviera que ayudar. Y esa no es la forma en que queremos volver a la Luna más de 50 años después”.
Afortunadamente las cosas han cambiado desde entonces. Actualmente hay dos baños en la Estación Espacial Internacional, los cuales dependen de la succión. Los astronautas hacen pipí en una copa unida a una manguera que tiene un sistema que crea succión y retira el líquido de la manguera. Para la popó, los astronautas se ponen en cuclillas sobre un asiento con un agujero que se une a un contenedor de almacenamiento, donde se usa el mismo sistema de succión para llevarse todos los desechos. Igual suena complicado, pero menos asqueroso que la anécdota de los astronautas de Apolo.
Como sea, para ganar el concurso del baño lunar, los participantes deben seguir una serie de especificaciones establecidas por la NASA. Primero, el inodoro debe poder acomodar tanto a mujeres como a hombres, ya que esta será la primera vez que una mujer pise la superficie de la Luna. El inodoro debe ser de cierto tamaño y peso; no puede consumir demasiada energía y no puede ser demasiado ruidoso. Tampoco puede ser demasiado lento de usar.
Pero quizás las mejores especificaciones se relacionan con la cantidad de desechos que el inodoro debe poder recolectar. La NASA investigó mucho para determinar con qué frecuencia los astronautas necesitarán ir a la Luna. Por lo tanto, la agencia quiere un inodoro que pueda recolectar hasta “un litro de orina por uso” y “acomodar 500 gramos de materia fecal por uso”.
El inodoro debe acomodar todo tipo de fluidos, incluida la sangre menstrual, así como vómitos y diarrea de un miembro de la tripulación enfermo. Sobre todo, la resiliencia es la clave. “Queremos asegurarnos de que tenga suficiente redundancia para que si hay una falla en el inodoro, no propague materia fecal u orina por toda la cabina y contamine las cosas”, dice Interbartolo.
Además del desafío principal, la NASA también estableció una competencia juvenil para que los niños menores de 18 años envíen sus diseños. Un panel de ingenieros de la NASA finalmente decidirá qué inodoro funciona mejor. Además del dinero, los ganadores harán un recorrido por el Centro Espacial Johnson de la NASA, en Houston, Texas, y la oportunidad de que los astronautas reales usen alguna versión de su baño.