Se había declarado al increíble guacamayo azul como extinto en su hábitat natural, pero afortunadamente ha nacido uno en cautiverio, lo que da esperanza de que su especie permanezca con vida en este planeta, y eso es una gran noticia.
El tráfico de especies de aves exóticas hizo desaparecer a estos simpáticos animales, que incluso sirvieron de inspiración para la película de Río, pero que desde el año 2000 ya no se veía volar libre por la selva brasileña, como acostumbraban.
Se estima que solo quedan unos 60 ejemplares, pero todos en cautiverio, por lo que el nacimiento de uno más, es de gran importancia.
La organización denominada Asociación de Ornitófilos y Afines (Asora), que lucha por la protección de las aves, desde la ciudad de Luque, en Paraguay, tiene refugios para distintas especies, y ellos dieron a conocer la noticia de este nacimiento.
Esta ciudad se ubica a unos 15 minutos de la capital paraguaya, Asunción, y los esfuerzos por mantener a estas aves con vida han rendido frutos, pues la reproducción en cautiverio no es para nada sencilla y no siempre se puede lograr.
Gustavo Espínola es el responsable del taller de aves donde se logró el nacimiento de la cría, y señaló que ya se le empiezan a ver sus primeras plumas con ese color azul tan característico.
Por supuesto, también resaltó el “paso gigante” que representa la llegada de un nuevo miembro de la especie, que, como en la mayoría de los casos de extinción, el hombre es el principal responsable, al seguir considerando a otros animales como “cosas” o “adornos”. Esta es una imagen del pichón:
Los padres de este bello pichón ya han comenzado con el proceso de crianza, y su estado de salud es óptimo, señaló Espínola, quien además hizo un llamado a propietarios de estas aves para que permitan que se reproduzcan:
Buscamos que los dueños de los guacamayos tengan conciencia de la problemática y accedan a que sus mascotas se reproduzcan, haciendo el cruce debido. La idea es que dentro de 5 a 10 años podamos liberarlos y que vuelvan tener un hábitat propio.
Ojalá que pronto el cielo se llene de nuevo con el color azul de estas bellezas, y que el hombre por fin deje en paz a los demás habitantes del planeta.