No hay duda de que la naturaleza es sorprendente y se encuentra en constante evolución. Además, tiene mecanismos de sobrevivencia que siempre son extraordinarios. Por ejemplo, algunas especies animales pueden reproducirse solas si se encuentran lejos de un macho, como en el caso de los tiburones y los dragones de Komodo. A este fenómeno biológico se le conoce como partenogénesis.
Estos ejemplos han hecho pensar a los científicos en cómo crear métodos que ayuden a los hombres infértiles a tener hijos y han encontrado que a partir de células madre se pueden producir espermatozoides que pueden fecundar los óvulos femeninos.
A partir de la fecundación in vitro comenzaron distintos experimentos que intentaban restaurar la fertilidad. Por ejemplo, en 2006, los científicos liderados por Karim Nayernia lograron formar espermatozoides inmaduros a partir de la médula ósea de hombres.
Antes de esto, otro grupo de investigadores logró desarrollar espermas completos en ratones con el mismo procedimiento, pero de 210 casos en que fueron fecundados los roedores, solo sobrevivieron siete crías que nacieron enfermos y murieron pronto.
Sin embargo, Nayernia siguió con sus experimentos, combinó células madre de la médula ósea de los hombres con un tipo de vitamina A, que dio como resultado un espermatozoide en su fase inicial conocido como célula espermatogonial. Pero no pudo completar su desarrollo, pues tenía que hacer meiosis para lograr la madurez. Esta vez, los científicos sospecharon que se debía a la falta de otra célula presente en los testículos que ayuda al crecimiento del esperma.
Tres años después, Nayernia por fin logró crear espermas maduros con ayuda de otra célula presente en la médula ósea. Esto, en teoría, también podría generar espermas con células de mujeres, pero la autoreproducción no sería muy recomendable.
En un artículo publicado en la BBC titulado ¿Pueden las mujeres reproducirse sin necesidad de hombres? se habla del gran riesgo que implica esta nueva tecnología y de la cual, si se implementara, debería hacerse un uso responsable:
En teoría, sería posible producir un niño con el material genético de una sola mujer en el laboratorio. Sin embargo, el costo sería un alarmante embotellamiento genético. Al existir una diversidad genética muy limitada, aumentaría el riesgo de defectos congénitos y otras enfermedades.
Los tratamientos no pretenden generar laboratorios de producción humana, sino ayudar a los hombres que han quedado infértiles por haber sido sometidos a un tratamiento contra el cáncer. Pero sí, las mujeres podrían producir su propio esperma y prescindir de la ayuda del hombre.