Sudán, el rinoceronte blanco del norte que se había vuelto famoso por tener su perfil en Tinder, ha muerto, y con ello, las posibilidades de que esta especie continúe sobre la faz de la Tierra se reducen dramáticamente.
La única posibilidad ahora será la fertilización in vitro, pues se trataba del único macho vivo, que finalmente no resistió el paso del tiempo y la enfermedad, y falleció a los 45 años de edad, que en tiempo humano, corresponde a cerca de 90 años.
Su últimos días los vivió en la reserva Ol Pejeta, en Kenia, donde incluso tenía guardias armados vigilándolo día y noche, lo que nos da una muestra de lo importante que era este enorme animal, pues de él dependería el que esta especie siguiera viva.
Ahora, la situación es compleja, pues solo quedan dos ejemplares vivos en el mundo, y ambas son hembras: Najin y Fatu, su hija y su nieta.
Sudán padecía una enfermedad degenerativa de músculos y huesos, además de que presentaba múltiples heridas en la piel, y sus últimas horas, expresaron sus cuidadores, fueron muy complicadas, hasta que finalmente pudo descansar.
Esta noticia llenó de tristeza a la reserva, pues habían aplicado mucho tiempo y recursos en su bienestar, así como en la búsqueda de métodos de fertilización de las hembras, pero esto no se ha podido concretar hasta el momento.
It is with great sadness that Ol Pejeta Conservancy and the Dvůr Králové Zoo announce that Sudan, the world’s last male northern white rhino, age 45, died at Ol Pejeta Conservancy in Kenya on March 19th, 2018 (yesterday). #SudanForever #TheLoneBachelorGone #Only2Left pic.twitter.com/1ncvmjZTy1
— Ol Pejeta (@OlPejeta) March 20, 2018
Es con gran tristeza que Ol Pejeta Conservancy y el zoológico Dvůr Králové anuncian que Sudán, el último rinoceronte blanco del norte masculino, de 45 años, murió en Ol Pejeta Conservancy en Kenia, el 19 de marzo de 2018 (ayer).
Richard Vigne, gerente de Ol Pejeta, comentó:
Fue un gran embajador de su especie y será recordado por el trabajo que realizó para concientizar a nivel mundial sobre la difícil situación que afrontan no solo los rinocerontes, sino también miles de otras especies que se enfrentan a la extinción como resultado de una actividad humana insostenible.
Por su parte Zachary Mutai, quien había cuidado de Sudán durante los últimos 8 años, manifestó:
Sudán es mi gran amigo.
La información genética de Sudán se conserva, con la esperanza de que en breve la tecnología permita la fertilización de las hembras, y así poder tener más rinocerontes blancos del norte, de lo contrario, la muerte de este gigante implicará la desaparición de su especie.