Edson Arantes do Nascimento, mejor conocido en el mundo por su apodo “Pelé”, murió a los 82 años en un hospital de São Paulo, Brasil, tras complicaciones en su estado de salud derivado del cáncer que se extendía por su cuerpo. Pelé es recordado como el “Mejor futbolista de la historia” y el más influyente del siglo XX. Su desempeño con el balón lo llevó a ser una leyenda viva conocida en todo el mundo.
Hace unos días, Pelé ingresó en el Hospital Israelita Albert Einstein, en São Paulo. De acuerdo a informes de diarios locales, el astro del futbol no estaba respondiendo a los tratamientos por quimioterapia a los que se estaba sometiendo desde septiembre de 2021, cuando le detectaron cáncer de colón. Por desgracia, a principios de año, se sumó a su diagnóstico una metástasis en el intestino, pulmón e hígado.
La detección del cáncer fue oportuna, pero el tiempo no fue suficiente. Sus exámenes se habían retrasado debido a la pandemia por covid-19 y cuando finalmente pudo ser atendido, los resultados arrojaron un tumor. El padecimiento se sumó a una lista de problemas físicos que el exfutbolista tenía desde que se sometió a una cirugía para colocarse una prótesis de cadera en 2012. A partir de ese momento, sus visitas a la unidad de cuidados intensivos fueron más frecuentes.
El mundo del deporte pierde a una leyenda, una pieza clave para el crecimiento popular del futbol y un referente del balompié brasileño. Pelé fue nombrado tres veces el “Atleta del siglo XX”: por el Comité Olímpico Internacional, por el diario francés L’Équipe y por la agencia de noticias Reuters. Además, es el único jugador que ha ganado tres Mundiales (Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970) y es el más joven en conseguirlo, pues obtuvo su primera Copa del Mundo a los 17 años.
Además, France Football, quien emite el premio Balón de Oro, realizó una corrección histórica a favor del brasileño. Inicialmente, la organización solo entregaba el reconocimiento a jugadores europeos, pero desde 1995 extendió su premiación a todos los futbolistas sin importar su nacionalidad. De esta manera, y tomando en consideración las estadísticas, Pelé se llevó siete trofeos que lo distinguieron por su trabajo con el balón en los años 1958, 1959, 1960, 1961, 1963, 1965 y 1970.
No cabe duda de que Pelé fue un deportista de alta influencia. En su paso por el Cosmos de Nueva York, en 1975, ayudó a levantar el nivel de Liga estadounidense y a que el futbol tuviera un repunte en su popularidad a la par de los deportes nacionales en el país norteamericano. Pelé deja una huella imborrable en las canchas y una vara alta para los jugadores que persisten en el campo.
Durante su historia con el balón, Pelé logró marcar 743 goles en 449 partidos oficiales, mientras que anotó 540 goles en 337 enfrentamientos no oficiales, con un total de 1283 goles en 786 partidos, un promedio de 1.63 por partido en 20 años de carrera. El mundo despide a un gran futbolista, un hombre entregado al deporte y un ser humano lleno de bondad. “El rey ha muerto, viva el rey”.