El último rinoceronte negro macho del mundo murió en Kenia, luego de que había sido trasladado a una reserva ecológica que protege a especies en peligro de extinción.
La población de rinocerontes negros había disminuido a solo dos espécimenes en el mundo, y en un intento de preservarlos fueron trasladados desde Nairobi al Santuario de Rinocerontes en el Parque Nacional Tsavo East en Kenia.
Sin embargo, los especialistas afirman que este traslado no fue realizado correctamente y no se tomaron todas las medidas necesarias para la preservación de esta especie de rinocerontes negros. Investigaciones sobre este suceso indican que estos animales tuvieron dificultades para adaptarse a su nuevo hogar.
Las primeras investigaciones indican que el rinoceronte murió por estrés intensificado y por envenenamiento con sal, ya que el animal tuvo dificultades en adaptarse al agua más salada de su nuevo hogar.
El profesor de patología veterinaria de la Universidad de Nairobi, Peter Gathumbi, dijo que los rinocerontes estaban deshidratados, inquietos y estresados pues el agua del Parque era muy salada y eso les provocó un envenenamiento. Seguían bebiendo esa agua sin saber que estaba afectando a su salud.
“Los animales estaban deshidratados, inquietos y tomar más agua sólo empeoraba el problema”, aseguró Peter Gathumbi, profesor de patología veterinaria en la Universidad de Nairobi, al referirse a los más de ocho rinocerontes que también murieron en en el lugar.
El rinoceronte macho no sobrevivió en su nuevo hogar y la hembra fue atacada por un grupo de leones, aunque está siendo tratada para salvar su vida.
“Lamentable, lamentable, lamentable”, escribió la reconocida medioambientalista Paula Kahumbu, y cuestionó, desde el principio, el trasladado de los rinocerontes.
El director interino del Servicio de Vida Silvestre de Kenia, Najib Balala, ya fue despedido junto a otros funcionarios luego de esta negligencia, sin embargo nada podrá compensar esta tragedia ecológica.