Uno de los lineamientos del budismo es no caer ante las seducciones mundanas, por lo que sus seguidores, sobre todo los monjes, tratan de llevar una vida muy simple, pero parece que la modernidad y sus tentaciones los han alcanzado…
En Tailandia existen cerca de 300,000 monjes budistas, y gozan de gran respeto, a pesar de que desde hace algunos años se les ha señalado de llevar una vida de lujos, promiscuidad y drogas, gracias a los donativos de quienes creen en ellos.
También es una tradición muy extendida en Tailandia el dejarles ofrendas de comida, que anteriormente consistía en tazones de arroz hervido, pero la modernidad lo ha cambiado todo, y ahora les dejan cestas con alimentos chatarra, como papas fritas y bebidas con alto contenido de azúcar, lo que ya ha tenido su efecto negativo.
Diariamente los monjes reciben ofrendas, que antes eran de arroz, tal vez algunas frutas, pero ahora reciben botanas fritas y bebidas energéticas, lo que ha ocasionado que algunos de los monjes presenten obesidad…
Ya sea en el templo, en las calles o incluso en los supermercados, donde hay lugares especializados para dejarles las ofrendas, los monjes reciben estos alimentos, pues la creencia es que al sentirse satisfechos con la comida, esta se transmite a los muertos de las personas que la ofrendaron.
Luego de algunos estudios realizados a un grupo de 3,500 monjes, se detectó que el 15% sufre de obesidad, lo que ha alertado pues esto puede desencadenar en enfermos de diabetes e hipertensión.
Las bebidas con alto contenido de azúcar son las principales responsables de este problema, ya que los monjes las usan habitualmente, pues después del mediodía tienen prohibido consumir alimentos sólidos, y las beben en grandes cantidades.
Se ha registrado el caso de Pipit Sarakitwinon, que llegó a pesar 180 kilos, lo que le impedía realizar sus labores diarias, incluso el caminar más de cien metros, ya que el cansancio lo atacaba de inmediato. Tuvo que acudir al hospital a que lo revisaran y entrar en un régimen alimenticio, con lo que ha logrado bajar 30 kilos.
Desde 2017 se han hecho campañas con carteles que les advierten a los monjes sobre los riesgos de seguir consumiendo estas bebidas, e invitándolos a beber agua, y a través de la junta militar en el poder en Tailandia, se emitió una carta sanitaria para hacerles el llamado a que dejen esos hábitos; también se han realizado clases sobre alimentación en templos de zonas urbanas y rurales.
Sin embargo, existe un problema cultural en todo esto, como lo explica Phra Rajvoramuni, que también es monje, y es que de acuerdo a sus leyes, no tienen permitido rechazar las ofrendas que les hacen, y al menos en Tailandia, también tienen prohibido hacer deporte.
Así que el llamado es también a los devotos, para que no hagan ese tipo de ofrendas, y a los monjes, para que traten de caminar más y hagan actividades diarias de limpieza de los templos, con más fuerza, para que esto sea su actividad física diaria.
De no tomar medidas, la comunidad de monjes estará en algunos años con una terrible epidemia de obesidad y severos problemas de salud. También en países como Birmania y Camboya es común esta tradición de entregar ofrendas, que en algunos casos, incluyen también cigarrillos…