Hansjörg Wyss tiene 84 años de edad y ha sido un filántropo y exitoso hombre de negocios en varias áreas, como los textiles, el sector automotriz, la industria del acero, la venta de aviones y la fabricación de artículos médicos, y en esta última fue donde alcanzó su mayor éxito económico al fundar Synthes, en 1977, de la cual fue presidente hasta 2012.
Nació en Suiza, reside en Wyoming, Estados Unidos, y le vendió su compañía a Johnson & Johnson nada más y nada menos que por 21.3 billones de dólares, algo que se escribe así como US$21’300,000’000,000, una cantidad que ni siquiera sabías cuántos ceros tiene y que, por supuesto, muchos no veremos en toda nuestra vida.
Sin embargo, lo realmente importante no está en juntar mucho dinero sino en lo que se haga con él. El año pasado, con el incendio de la Catedral de Notre Dame de París varios personajes donaron grandes cantidades de dinero para la reconstrucción, pero muchos otros cuestionaron por qué no se donaba mejor a la conservación de la naturaleza. Fue entonces que Hansjörg Wyss donó un billón de dólares para la protección del medio ambiente.
A través de un artículo que escribió para The New York Times, Wyss comentó su plan de comprar grandes extensiones de tierra y de mar, que gracias a su enorme fortuna le alcanzaría hasta para un 30% del planeta y convertiría en reservas naturales y parques abiertos para todas las personas, para que tengan la oportunidad de experimentar el contacto con el medio ambiente.
Desde que viajó a las Montañas Rocosas en Colorado, cuando era joven, sintió la cercanía con la naturaleza y comenzó a pensar en la forma en que podría ayudar a conservarla y mejorarla, y ahora con tanto dinero parece que por fin encontró la clave para hacerlo, y es que en la actualidad existe una enorme brecha entre lo que se debería hacer y lo que se está haciendo por el planeta.
Por lo pronto, luego de su artículo ya donó 66 millones de dólares a nueve organizaciones en Canadá y Argentina, ya que su plan es que el ser humano no termine con las áreas silvestres que todavía quedan en el mundo, antes de que sea demasiado tarde, lo que puede ser una solución para combatir la contaminación y el cambio climático.
Durante los días de cuarentena ya hemos visto cambios positivos para el medio ambiente, y si se logra proteger ese 30% seguramente que el impacto será decisivo para afrontar de mejor manera los cambios que vienen, y así empezar un proceso de regeneración de nuestro hogar, que tan duramente hemos dañado desde hace generaciones. Ojalá que lo logre.