El 19 de septiembre fue el aniversario del terremoto del 85, también fue el día de volver a vivir el miedo, la tristeza e impotencia de sufrir la destrucción de otro sismo; además de estos sentimientos, México tuvo que voltear a los millennials para sorprenderse de el nivel de organización y solidaridad que la generación más incomprendida y criticada fue capaz de hacer para ayudar.
Estos jóvenes escucharon historias de padres y abuelos, sobre las vidas que se perdieron en el 85, ahora pudieron sentir en carne propia la intensidad de otro terremoto y las consecuencias destructivas del mismo: edificios colapsados, zanjas en carreteras, heridos y muertos.
Y a diferencia de lo que pensarían otras generaciones, que tachan de apáticos, egoístas y flojos, los millennials fueron los primeros en ir a las zonas de desastre a mostrar su apoyo.
También el criticado ataque a la dependencia tecnológica fue un arma más de los millennials para dar a conocer lo que se vivía en diferentes comunidades y puntos de catástrofe, invitar a más personas, informar de la evolución en tiempo real, organizarse y denunciar las cosas que hacían falta: alimentos, medicamentos, maquinaria, herramientas de trabajo y manos para cargar los escombros.
Sin duda, rompieron el mito de ser la generación más ensimismada y egoísta, puesto que, sin conocerse unos a otros se organizaron en brigadas para ayudar a méxico a levantarse.
El economista refiere a los jóvenes universitarios, quienes se dieron cita junto a brigadas con experiencia, los topos, el ejército, policía y la marina, para hacer todo lo posible en las misiones de rescate.
Hablaron con Paola Jiménez, una de las miles de jóvenes que fueron voluntarias en la Ciudad de México, quien comparte su experiencia:
Me incorporé al ver la necesidad de las personas, la tragedia que estamos viviendo; creo que somos muchos los que estamos bien y está en mis manos poder ayudar”
Como Paola, hay miles de jóvenes en las calles de México, estudiantes, godínez, influencers y youtubers, que se unieron para levantar escombros, organizar grupos de restate, hacer mapeos de las zonas afectadas y ofrecieron lo que saben hacer para el servicio de la comunidad.
Incluso les tocó hacer otros trabajos, como este joven estudiante de medicina, que se puso las pilas para hacer que el tráfico se agilizara.
Mi admiración para estos jóvenes estudiantes de medicina, que el día de ayer, después del #Sismo se organizaron para agilizar el tránsito. pic.twitter.com/Y07S8ZhkmS
— Blanca Jiménez C. (@BlancaJimenezMx) September 20, 2017
Los albergues y centros de apoyo están desbordados de ayuda, en algunos lugares se puede leer el letrero de que hay suficientes manos en determinados lugares y centros de acopio:
El caso es, que no sólo millennials se están uniendo a la causa, sino que hay mucho compromiso de todas partes, generaciones, razas, gremios quienes se unen a la causa de levantar escombros, hacer de comer y poner su granito de ayuda para hacer que México vuelva a levantarse.
Tienen energía, tienen las ganas y están afuera ayudando, ellos son los millennials, una generación que, no importa lo mucho que los critiquen, siempre estarán ahí, con sus smartphones, con sus manos y sus ganas de sacar a México adelante.