Robin Williams fue uno de los actores cómicos más reconocidos de la industria cinematográfica en Hollywood. Sus múltiples personajes lo dejaron bien posicionado como comediante y actor, a tal grado de que si estaba en una película, significaba que sería un éxito seguro. Sin embargo, todo cambió el 11 de agosto de 2014 cuando los encabezados anunciaron su muerte. Sin duda, un hecho que inundó al mundo de tristeza.
Pero su memoria sigue, pues, recientemente, el actor estadounidense Jamie Costa compartió una prueba de cámara interpretando a Williams y las reacciones del público fueron, en su gran mayoría, positivas debido al gran parecido entre ambos y la destreza actoral de Costa, quien logró capturar la esencia del comediante. Después de ver esta pequeña muestra, las personas piden una película biográfica completa.
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La escena que se muestra en la prueba de imagen habla sobre un encuentro entre Robin Williams y Pam Dawber (interpretada por Sarah Murphree), en la que los personajes intercambian líneas en el set de grabaciones de Mork & Mindy. Ahí, Pam le da la noticia de la muerte del también actor y comediante John Belushi. Williams y Robert De Niro fueron las últimas personas en verlo vivo.
El video titulado ROBIN Test Footage Scene puede tratarse de un truco publicitario que busca dinero de posibles inversores interesados en producir una película sobre la vida de Williams y con James Costa interpretando al personaje. Aunque esto no se puede catalogar como un hecho, lo cierto es que ha tenido una respuesta positiva, con la que se presenta a Costa no solo como un imitador, sino como un buen actor.
El suicidio de Williams estuvo rodeado de muchas especulaciones que comprometían su vida personal. Hechos que poco a poco se fueron esclareciendo por declaraciones de sus familiares y amigos cercanos, quienes dieron parte de los últimos años de Williams y la enfermedad neurodegenerativa que lo estaba consumiendo.
El comediante padecía demencia con cuerpos de Lewis, una enfermedad difícil de diagnosticar y que progresivamente fue consumiendo sus facultades físicas y mentales. Los síntomas de la enfermedad pueden apreciarse por la pérdida de olfato, trastornos del sueño, mareos al ponerse de pie, constipación y ansiedad.
Según los testimonios de varias personas cercanas al actor, reunidos en el libro biográfico del periodista Dave Itzkoff, Williams padecía de problemas gástricos, ansiedad y pérdida de peso. Además, en algunas ocasiones, sus músculos no respondían y su memoria cada vez estaba más afectada, lo que impedía que memorizara sus guiones. Él creía que su carrera estaba terminando y se sentía prisionero de su propio cuerpo. Por si fuera poco, meses antes de su muerte acudió a una clínica de desintoxicación por los problemas de acción que había acumulado.
Robin Williams tuvo una vida llena de altibajos que serían dignos de conocer en una película autobiográfica, pero ¿acaso las pruebas de imagen de Jamie Costa terminarán en una cinta sobre la vida del comediante?