Apenas estamos superando la presentación de lo que serán los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en donde el primer ministro de Japón Shinzo Abe apareció vestido de Mario Bros en la Clausura de Río 2016, cuando informan detalles asombrosos sobre la fabricación de las medallas.
Para la justa deportiva más importante del mundo que se realizará en el país nipón, las medallas se construirán con materiales reciclados de smarphones y otros desechos electrónicos.
Los organizadores de estos Juegos Olímpicos pretenden obtener oro, plata y bronce de los metales que se encuentran en los teléfonos inteligentes y otros aparatos electrónicos desechados.
Los japoneses tienen la esperanza de que este esquema ayude a crear conciencia en torno a la llamada “basura electrónica”, aunque tendrá que poner en práctica un plan más amplio para lograr el objetivo.
Para los Juegos Olímpicos de 2012 se usaron 9.6 kilos de oro, 1,210 kilos de plata y 700 kilos de cobre -para las medallas de bronce-. En 2014 Japón recuperó 143 kilogramos de oro, 1,566 kilogramos de plata y 1,112 toneladas de cobre de los dispositivos desechados, siendo “uno de los flujos de residuos de más rápido crecimiento en el mundo“.
Por su naturaleza, Japón no es tan rico en estos recursos como otros países, pero cuenta con una gran “mina urbana” de los metales preciosos que se encuentran en los desechos electrónicos.
El oro y la plata contenida en la electrónica desechados del país representan el 16 por ciento y 22 por ciento de la oferta mundial, respectivamente, y debe ser suficiente para producir las medallas olímpicas.
Yuko Sakita, de la ONG Genki Net for Creating a Sustainable Society –Genki Net para la Creación de una Sociedad Sostenible- expresó:
“A fin de que todos los japoneses que participan en los Juegos Olímpicos de Tokio, estamos pidiendo a las compañías a una propuesta concreta sobre la recolección para trabajar con el comité organizador de los Olímpicos”.
Esta ONG sostuvo un encuentro en junio pasado con los organizadores de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, donde además estuvieron representantes de las empresas de tecnología y minería, con esta finalidad.
Actualmente Japón es uno de los mayores consumidores de tecnología electrónica, por la que genera aproximadamente 650,000 toneladas de estos residuos al año, aunque recicla menos de 100,000 toneladas, de la que gran parte se destina a la producción de nuevos aparatos electrónicos.
Por eso no suena descabellado que este país ahora quiera reciclar estos metales obtenidos de los desechos de aparatos en la confección de las medallas olímpicas. Tokio 2020, faltan cuatro años pero ya prometes mucho.