Cuando vemos las cintas del Padrino de Francis Ford Coppola, observamos un mundo brutal y desalmado que nos hiela la sangre en las venas, pero lo realmente espantoso es que la ficción no se compara con la tremenda realidad y la mafia italiana tiene infamia de ser terrible más allá de toda imaginación. Por eso la reciente captura de la cabeza de la organización criminal, quien podría considerarse el equivalente de Vito Corleone en la realidad, es recibida con una mezcla de incredulidad, felicidad y hasta miedo.
Matteo Messina Denaro, de 60 años, es un mafioso siciliano que es considerado el miembro de mayor rango en la organización actualmente. Desde hace 30 años, formó parte de la lista de los 10 fugitivos más buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y, finalmente, el 16 de enero ha sido atrapado en el hospital donde recibía tratamiento oncológico. El hombre es conocido por su involucramiento en la masacre de grupos antimafia especializados en los 90, lo que fue usado en 2002 para condenarlo a múltiples cadenas perpetuas in absentia y ahora podrá aplicársele la condena correspondiente.
Atrapando al capo enfermo: Es humano, a fin de cuentas
El general Pasquale Angelosanto, asociado a la Policía Nacional italiana, informó que Messina fue capturado en un hospital palermitano, donde estaba bajo tratamiento por problemas de salud graves. Stefania Filosto, la directora de la clínica privada donde fue atrapado el capo, relata que Messina fue rodeado por oficiales mientras esperaba en una fila para hacerse una prueba de covid-19 antes de someterse a quimioterapia usando un nombre falso, Andrea Bonafede.
Messina trató de huir cuando se vio perseguido luego de encontrarse recuperándose en la unidad de neurología, alrededor de las 10:00 a.m., pero el intento fue inútil y breve. La oficina de prensa de la policía dice que se encuentra en custodia en un “sitio secreto”. Fuentes judiciales revelaron que el jefe criminal tuvo una operación relativa al cáncer el año pasado y que siempre acudía a tratamiento bajo su nombre falso. Al momento de su arresto, un grupo de ciudadanos festejó la captura con vítores y signos de la paz mientras ocultaban sus rostros.
El “Diabolik”: “El padrino” es un geek aficionado a la extravagancia
Considerado por las autoridades como el heredero de Salvatore Riina, apodado “el jefe de jefes” de la mafia italiana, quien fue arrestado en 1993, Messina adoptó muy temprano en su carrera criminal el pseudónimo de “Diabolik”, en honor a un antihéroe de cómic italiano descrito como “un hombre de gran intelecto y una audacia que no conoce límites”, seguramente porque así quería ser percibido. Sin embargo, usualmente, a Messina se le describe como un mujeriego misógino adicto a los lujos. Por largo tiempo, muchos sospecharon que parte de la razón por la que Messina logró permanecer fugitivo era que imitaba a Diabolik en ser un maestro del disfraz.
Iniciando su uso de armas de fuego a los tiernos 14 años, su primer asesinato se le adjudica a los 18. El total de víctimas mortales que cayeron directamente por su mano se calcula en 50, de lo que se jactó alguna vez diciendo “Llene un panteón yo solo”. Una de las muertes más sonadas que se le atribuyen es la del jefe rival Vincenzo Milazzo, tras la que estranguló a la novia de su enemigo, quien estaba embarazada de tres meses. Además, antes y después de tener posición de poder en la organización, fue responsable de secuestros, extorsiones y otros crímenes gravísimos. El 12 de abril de 2001, la prensa italiana lo reconoció como un poder dentro de la organización criminal diciendo “He aquí al nuevo capo mafioso” y como “El jefe absoluto de La mafia” luego de la captura de Bernardo Provenzano, de quien se considera sucesor.
Un golpe histórico al crimen
Por mucho tiempo se especuló que el jefe criminal se había sometido a cirugía plástica para ocultar su identidad, de un modo similar al de su héroe de cómics. Aunque alrededor de 100 miembros de su organización y asociados cercanos habían sido arrestados a lo largo de los años, ninguno había traicionado a Messina. Se cree que la razón por la que pudo permanecer fugitivo por décadas “como un fantasma” fue debido a conexiones políticas y contubernio con autoridades. El arresto de este hombre, el último “gran fugitivo” de la justicia italiana, es una victoria tremenda para el estado.
Lo que resta ahora es ver si la sentencia largamente esperada será aplicada y resolver el misterio de cómo fue posible que el hombre infame por sus atroces y brutales crímenes haya sido capaz de burlar a las autoridades por 30 años. Aunque la mafia no es tan poderosa como alguna vez fue, su influencia y poder económicos aún se extienden lejos y se afianza con fuerza en todo el mundo, participando no solo en negocios ilegales, sino teniendo presencia en el sector energético y productivo. Incluso hay quienes dicen que la mafia siciliana se ha convertido en una fuerza inferior a la de otros grupos criminales como la ‘Ndangheta (La mafia calabresa), que les ganó a los sicilianos el lucrativo mercado de tráfico de sustancias. Igual, se considera que la captura del líder criminal histórico es un paso en el buen camino, que fue festejado por ciudadanos al momento que el equipo especial tomaba custodia de él tras salir del hospital.