Después de que Despacito, canción interpretada por Luis Fonsi, Daddy Yankee y, últimamente, Justin Bieber, se convirtiera en un éxito mundial, fueron pocas las personas que señalaron la controversia detrás de la letra, por sus tintes sexuales y sugerentes.
Al parecer no todo el mundo estaba al tanto de que no era precisamente una melodía religiosa, pero en países que no son hispanoparlantes en verdad no tenían idea que esta canción invita a la sensualidad y al deseo carnal, algo que a los latinos no nos sorprende demasiado.
Pero en Malasia es otro cuento, ya que en este país no sólo se dieron cuenta de ello, sino que prohibieron a radiodifusoras y canales de televisión tocar el tema, tachándola como obscena por el ministro de comunicaciones, Salleh Said Keruak.
Despacito no será transmitida por las estaciones de radio propiedad del gobierno porque recibimos quejas del público. Las letras no son adecuadas para ser escuchadas.
La prohibición se mantuvo firme en medios estatales, mas no en emisoras privadas ni servicios de música a través de Internet; además, el ministro dijo que igual extendía la invitación a que no se le diera cabida en ningún tipo de plataforma, por sensibilidad hacia la cultura local.
Atriza Umar, la presidenta del ala femenina del partido islámico de oposición, Parti Amanah Negara, describió la música como de mal gusto y no apta para niños, advirtiendo que su contenido podría resultar perjudicial para la sociedad.
Malasia tiene estrictas leyes de censura y ha prohibido material sensible en pasadas ocasiones. Así que, las más de cuatro mil 600 millones de reproducciones no lograrán que Malasia reconsidere esta decisión en contra de Despacito, pero una cosa si es segura, los envidio totalmente en este momento.