La temible yakuza, la mafia japonesa, ha abierto sus puertas y mostró sus secretos al permitir que un fotógrafo belga eche un vistazo a su mundo desde dentro.
Durante dos años, Anton Kusters tuvo acceso y un acercamiento sin precedentes con estos delincuentes. Con una serie de fotografías llamada Yakuza, el fotógrafo Anton Kusters tuvo la oportunidad de entrar en el secreto y cerrado círculo de la temida mafia japonesa.
Después de meses de negociaciones, a Anton Kusters se le permitió seguir a las familias más famosas del crimen en el mundo. Con más de 50 mil miembros, la vida de los Yakuza se forja a través de la presión, la intimidación y reglas especificas.
“Tuvimos que negociar con ellos alrededor de 10 meses antes de que nos permitieran sacar fotos”.
– Anton Kusters
Tras conseguir el permiso necesario, el fotógrafo belga enfocó su trabajo en las controversias y la ambigüedad que rodea al secreto mundo de la yakuza.
“Mi objetivo para este proyecto era muy simple: entender qué es ser un yakuza, qué significa tener un pie dentro de la sociedad y otro fuera y qué significa saber que eres bueno y malo al mismo tiempo”.
Así, gran parte de su labor fue renunciar a los estereotipos que tenemos sobre los miembros de la yakuza.
“Aparte de los elementos criminales, son personas normales, como tú y yo, pero que optaron por dedicar parte de su ser a integrar la yakuza. Por supuesto, no todos son mafiosos tatuados que van cortando cabezas con espadas”.
El fotógrafo belga obtuvo la suficiente confianza dentro de la organización para que le dejaran acceder al funeral de uno de los jefes de la mafia, algo que incluso los reporteros japoneses nunca han logrado.
De este modo, las imágenes tomadas en la ceremonia fúnebre se convirtieron en “una especie de apoteosis de todo el proyecto”.
Aquí te dejamos un poco de su trabajo. Simplemente es sorprendente.
Mira un video con la explicación de Anton Kusters.