En México, un maestro de primaria encargó una tarea que resultó divertida tanto para él como para sus alumnos. Se trató de una actividad de escritura y música, pues hizo que sus alumnos escribieran algunas rimas al ritmo de una base de rap, lo que resultó ser todo un éxito entre los pequeños.
El profe no dudó en subir las tareas de sus pupilos a TikTok, donde rápidamente se han vuelto virales por lo chusco e ingenioso de su contenido. Al parecer, la infancia sí es nuestra etapa más creativa y viendo bien las rimas de los niños, todos tienen madera de raperos, pero otros más de poetas.
Entre los motivos que los niños utilizaron para sacar sus mejores rimas se encuentran sus compañeros de clase, su profesor, su comida, sus colonias, sus amigos, es decir, su vida cotidiana, pero transformada por la concisión del ritmo y la rima, elementos poéticos que los llevaron a componer verdaderas frases memorables, que es el fin de toda canción o poema.
Parece ser que la actividad tuvo lugar en alguna escuela de La Comarca Lagunera, es decir, en el territorio localizado entre los estados de Durango y Coahuila, en México, pues en el video podemos apreciar al profe con una camiseta del Club Santos Laguna, equipo de esa localidad, y porque mencionan a un payaso muy conocido por los de esa región: Vitauva.
https://twitter.com/tacodealacran/status/1517243514995851266
La actividad resultó divertida para el profesor y los alumnos, pues la escritura siempre es una gran oportunidad para valorar la inteligencia y la sensibilidad de los niños a través de la rimas y las imágenes que usan. Veamos dos ejemplos joya de la lírica escolar:
El Tomás se saca los mocos,
se ve que en su cuadra se roban los focos.Al Pancho lo van a meter al CERESO,
porque se robó mi lonche de queso.
El profe rapeando rimas de los alumnos.
«Tengo ganas de una mangonada, con este calor tengo la cola sudada». Finos, los panas. pic.twitter.com/rU3U0KPt4A— tacodealacran (@tacodealacran) April 21, 2022
He aquí un humilde análisis. Tenemos en los primeros versos que sacarse los mocos es un gesto asqueroso, así como lo es entrarle al foco (metanfetamina o cristal). Además, tenemos la crítica a la idea desarrollo representada en el foco como imagen de la iluminación, de la ilustración y la genialidad.
Pero el foco también representa la perversión de la alquimia moderna al ser usado como instrumento para quemar piedra, dándonos así los trágicos resultados de la idea del progreso: una piedra filosofal decadente. Como sabemos, el alumbrado público es una promesa de todos los candidatos a las colonias más necesitadas, pero el poeta, con su ojo crítico, muestra cómo las dádivas electorales solo alimentan los problemas reales de las comunidades.
Por otro lado, el poema de Pancho es más rico en juegos lingüísticos y referencias poéticas, pues juega con la homofonía entre “CERESO” y “cerezo”, lo cual hace una clara referencia a la poesía japonesa, pues la flor de cerezo es una obsesión de los nipones conocido como sakura, además de un motivo recurrente en los haikus, especialmente en los de Basho.
El cerezo es símbolo de la belleza trágica de la vida, trascendente y efímera al mismo tiempo. Aquí, el poeta compara el acto criminal como una bella arte, que si bien satisface una necesidad primaria por medio del sigilo y la delicadeza que se necesita para robar, enfrenta consecuencias nefastas, es decir, acabar preso en el ceres/zo (otra referencia implícita a Roland Barthes), ser, finalmente, el CERESO.
Faltaría un análisis más profundo y rítmico de los poemas, pero no cabe duda de que se trata de una gran actividad y que lo que escriben los jóvenes debería ser tomado con mayor seriedad. Para que vean que hay talento, solo faltan los focos, la torta y el queso.