En una historia que tal vez muy pronto veamos en el cine o alguna serie, porque parece sacada de un guion, una mujer decidió “sentirse joven” de nuevo, pero no solo eso, sino que decidió revivir las experiencias de juventud como estar en la universidad, no tener un trabajo de tiempo completo y, por supuesto, salir con jóvenes estudiantes.
Laura Oglesby logró engañar a todos cuando robó la identidad de su hija Lauren Hays y al fingir ser una joven de 22 años (en realidad tiene 48), se inscribió a la universidad, salió con varios jóvenes y, además, defraudó al gobierno al pedir préstamos estudiantiles. Todo iba a la perfección, hasta que las autoridades comenzaron a investigar.
Todo empezó cuando Laura solicitó una tarjeta de seguridad social a nombre de su hija y como no tuvo ningún problema, pensó que tal vez podría hacer más cosas con una nueva identidad.
Dese entonces, Laura se convirtió en Lauren Hays, de 22 años, y empezó a tener la vida de una joven, con sus cuentas en redes sociales y toda la cosa, subiendo fotos con filtros que la hacían lucir joven. Además, cuando salía se maquillaba y vestía de tal forma que aparentaba ser una veinteañera.
Los hechos ocurrieron en Mountain View, Estados Unidos, donde esta mujer empezó a salir con jóvenes que en realidad creían que tenía 22 años, y varios de ellos fueron sus novios.
Además, se mudó con una pareja, Avery y Wendy Parker, quienes la aceptaron porque les dijo que tenía problemas de violencia doméstica en casa y la pareja quiso ayudar “a la joven universitaria”.
Laura obtuvo una licencia de conducir a nombre de Lauren. Pero eso no fue todo, también se inscribió en la Universidad Southwest Baptist, por lo que solicitó varios apoyos al gobierno de los Estados Unidos.
La mujer recibió 9400 dólares por préstamos para estudiantes, 5920 en becas y 1863 por otros apoyos financieros, además de que tenía un trabajo de medio tiempo en la biblioteca local, como toda una jovencita.
Pero todo delito termina por descubrirse, así que las autoridades estatales empezaron a investigar los préstamos de esa “segunda” Lauren Hays, así que contactaron con la policía local. Laura fue interrogada y aunque al principio lo negó todo, al final no tuvo más remedio que reconocer que había robado la identidad de su hija.
Ahora Laura tendrá que pagar 17 521 dólares por los préstamos, así como indemnizar a la universidad, de la que, por supuesto, no se graduará y también habrá que esperar a ver qué dice su hija de esta situación, ya que hasta el momento se desconoce si está al tanto de lo sucedido y si podría presentar alguna demanda en contra de su madre.