El presidente de Francia Emmanuel Macron ha dado su primera entrevista del 2022 y ha sido muy claro en cuanto a su estrategia para afrontar la nueva ola de coronavirus. Ahora ha dicho que no habrá tregua para los no vacunados y que hará difícil la vida pública para los antivacunas. Declaraciones que, como el certificado covid, han levantado muchas opiniones reaccionarias.
Luego de que el presidente de Francia declarara que no descansará hasta que los antivacunas entiendan que deben inmunizarse por el bien de todos, los ánimos de la Asamblea Nacional se encendieron inmediatamente y el presidente de los partidos republicanos pedía que el presidente se presentara ante ellos y justificara sus palabras y lenguaje poco digno de un presidente de la República.
Las declaraciones del presidente Macron han resonado de manera dura en el parlamento y en la población en general, pero se nota que sus declaraciones son un signo desesperado por lograr una mayor tasa de vacunación luego de que en Francia se presentarán 300 mil casos de nuevas infecciones en un día. Esto es lo que ha dicho el presidente:
Yo no estoy a favor de fastidiar [emmerder] a los franceses. Me quejo todo el día cuando la administración lo hace. Pero, bueno, a los no vacunados sí que tengo muchas ganas de fastidiarlos. Y vamos a seguir haciéndolo hasta el final. Esa es la estrategia. No voy a meterlos en prisión y no los voy a vacunar por la fuerza. Pero hay que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podrán ir a un restaurante, no podrán tomar una copa ni ir al teatro, no podrán ir al cine.
La polémica estuvo en la palabra francesa emmerder, que, coloquialmente, puede ser entendida como j*der, ch*ngar o fastidiar. Por ello la discusión tanto pública como política ha girado en torno a la dignidad del lenguaje empleado por el presidente. Sus adversarios en el parlamento lo acusan de ser soez, mientras que sus partidarios dicen que no entrarán en discusiones semánticas. Todo esto ocurrió en el marco de las próximas elecciones presidenciales, por lo que varios analistas apuntan al uso de la pandemia para fines electorales por parte de todos los bandos políticos.
Estas palabras fueron reproducidas en una entrevista que tuvo con el diario Le Parisien y son las que han enardecido a los sectores conservadores y socialistas de la política francesa sin distinción, pues ambos piensan que el presidente no hace más que ampliar la brecha en un pueblo francés dividido.
Por las declaraciones del presidente, las nuevas normas que tenía previstas para los no vacunados no han tenido una resolución en la Asamblea Nacional, pues los representantes no pueden ponerse en orden debido a las opiniones encontradas.