Las botellas hechas con tereftalato de polietileno (PET por sus siglas en inglés) son el segundo tipo de plástico que provoca más polución en el mundo, y los científicos están buscando nuevas formas de reciclarlas y transformarlas en algo útil. Ahora existe una solución deliciosa a este problema.
Investigadores de la Universidad de Edimburgo lograron desarrollar una enzima de laboratorio que puede transformar moléculas derivadas del PET en vanilina, el compuesto que da el aroma y sabor a la vainilla, y que además es una sustancia con alta demanda en la industria farmacéutica y de herbicidas.
Los experimentos hechos por Joanna C. Sandler y Stephen Wallace consiguieron que la bacteria Escherichia coli pudiera convertir el 79 por ciento de las moléculas de ácido tereftálico presente en el PET en moléculas de vanilina con la ayuda de una serie de reacciones químicas.
Se trata del primer reciclaje biológico de productos plásticos desechados y podría ser el siguiente paso en la lucha contra la polución plástica. Además de ser una gran ayuda a ese problema, está ofreciendo una nueva fuente de vanilina.
Este compuesto no solamente se utiliza para crear el sabor a vainilla, también se utiliza en la elaboración de diferentes productos como medicamentos, herbicidas y hasta cosméticos.
Quizá no lo sospecharíamos, pero en el 2018, la demanda de vanilina fue de más de 37 000 toneladas y el 85 por ciento de ella fue sintetizada de combustibles fósiles. Si creías que la vainilla que saboreas era totalmente natural, no es así, pero no tiene nada de malo, pues es una sustancia segura para el consumo humano.
Los investigadores están más que orgullosos por este logro científico y creen que el siguiente movimiento es conseguir acelerar y masificar este proceso de transformación de ácido tereftálico en vanilina.
Este es el primer ejemplo del uso de un sistema biológico para reciclar los desechos plásticos en un químico industrial valioso y tiene implicaciones muy interesantes para la economía circular. Los resultados de nuestra investigación tienen importantes implicaciones para el campo de la sostenibilidad del plástico y demuestran el poder de la biología sintética para abordar los desafíos del mundo real.
– Joanna C. Sadler
Nuestro trabajo desafía la percepción de que el plástico es un desperdicio problemático y, en cambio, demuestra su uso como un nuevo recurso de carbono del que se pueden obtener productos de alto valor.
– Stephen Wallace
La polución plástica todavía es un grave problema en el planeta y no sobra ninguna solución para resolverlo. Además, la transformación lograda por estos expertos está cubriendo la gran demanda en el mundo de vainilla en todas sus presentaciones.