Parece que las sorpresas y cosas extrañas no paran todavía durante este 2020, y ahora resulta que en Florida planean liberar 750 millones de mosquitos que fueron modificados genéticamente para que acaben con otra variedad de mosquito que transmite enfermedades graves, pero algunas voces ya se han manifestado pues ven en todo esto un riesgo mayor.
Durante 2021 y 2022 se planea liberar esa enorme cantidad de estos insectos con el objetivo de eliminar el uso de insecticidas y así mantener controlada a la especie Aedes aegypti, que transmite enfermedades como el dengue, chikungunya, zika y la fiebre amarilla, que pueden llegar a ser mortales; sin embargo, no son pocos los que opinan que este “experimento” puede ser incluso más peligroso.
Este nuevo mosquito llamado “OX5034” tiene la particularidad de que sus crías hembras mueren cuando todavía son unas larvas, y es que solo las hembras se alimentan de sangre, y con esto aseguran que se evitaría la propagación de enfermedades, pues los machos se alimentan solamente de néctar, y al sobrevivir se aparearían con las hembras no modificadas genéticamente, causando que las crías nazcan con las nuevas propiedades del padre: las hijas mueren temprano mientras que solo lo hijos sobreviven hasta que ya no haya madres o hembras fértiles capaces de reproducirse. Las autoridades federales en Estados Unidos, y las locales en Florida ya autorizaron el proyecto.
Con todas las crisis urgentes que enfrenta nuestra nación y el estado de Florida —la pandemia de Covid-19, la injusticia racial, el cambio climático—, la administración ha usado dólares de impuestos y recursos del gobierno para un experimento de Jurassic Park. Ahora el Distrito de Control de Mosquitos del Condado de Monroe ha otorgado el permiso final necesario. ¿Qué podría salir mal? No lo sabemos, porque la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) se negó ilegalmente a analizar seriamente los riesgos ambientales, y ahora sin una revisión adicional de los riesgos el experimento puede continuar.
—Jaydee Hanson, directora de políticas para el Centro Internacional para la Evaluación de Tecnología y el Centro para la Seguridad Alimentaria
Oxitec es la empresa que obtuvo el permiso para llevar a cabo este proyecto, que se extendería al condado de Harris, Texas, donde ya está aprobado también, a pesar de las opiniones en contra de organizaciones ambientalistas, aunque tampoco ha sido un proceso fácil, pues para llegar a la aprobación pasaron 10 años de experimentos con los mosquitos hasta probar su eficacia.
La realidad es que desde hace años se han intensificado los esfuerzos por erradicar al mosquito transmisor de enfermedades, basados principalmente en el uso de insecticidas, pero la mayoría han sido infructuosos, o cuando menos insuficientes para contener a esta especie en la zona de Los Cayos de Florida, con el riesgo que esto implica.
De acuerdo con Oxitec, se hicieron pruebas en las Islas Caimán, Panamá y Brasil, donde se comprobó que estos mosquitos son capaces de terminar con el Aedes aegypti y luego las hembras mueren para no tener una sobrepoblación. En Brasil, asegura la empresa, lograron una reducción de hasta un 95% de la especie dañina en la zona en la que el OX513A fue liberado.
A pesar de campañas que se han hecho, ya son más de 240 mil personas las que han firmado una petición para que se dé marcha atrás al experimento y no se liberen los mosquitos modificados. Ya veremos qué es lo que sucede con todo esto, ojalá que el remedio al final no resulte peor que la enfermedad, y luego no lo puedan controlar.