Legisladores del estado de Tennessee, en Estados Unidos, aprobaron por unanimidad una nueva ley que está pensada para proteger a los menores que quedan huérfanos en accidentes de tránsito donde el abuso del alcohol está involucrado.
La nueva ley establece que cualquiera que sea condenado por homicidio vehicular u homicidio vehicular agravado debido a conducir en estado de ebriedad tendrá que hacerle una restitución a la familia de la víctima en la forma de una pensión para todos los hijos del finado, la cual tendrá que realizarse hasta que los menores hayan cumplido los 18 años de edad y se hayan graduado de la preparatoria.
Ley de Ethan, Haile y Bentley
Bautizado con el nombre de tres hijos de víctimas mortales de accidentes automovilísticos, el proyecto fue aprobado unánimemente y ahora la ley se encuentra a la espera de ser firmada por el gobernador de Tennessee, Bill Lee. La Ley Ethan, Haile y Bentley fue ideada por Cecilia Williams, quien contactó a su legislador local en Misuri, Mike Henderson, quien le tomó la palabra de inmediato para proponerla al Senado Estatal.
A Williams se le ocurrió la idea del proyecto de ley, que sería conocido inicialmente como “Ley Bentley”, luego de que un conductor ebrio asesinara a su hijo Cordell, de 30 años, a la prometida de este, Lacey, de 25 años, y a su bebé de cuatro meses, Cordell II. A pesar de que la familia de Williams no se verá beneficiada retroactivamente por la aprobación de la ley, ella asegura hacerlo “por el bien de otros: de las familias de las futuras víctimas”.
Sanciones
La corte que condene al perpetrador decidirá la cantidad necesaria y razonable para mantener a los hijos de la víctima luego de haber tomado en consideración todos los factores necesarios, entre ellos: necesidades financieras y recursos de los niños, necesidades financieras del padre sobreviviente o guardián de los niños, los estándares de vida a los que están acostumbrados los niños, la condición emocional y física de los niños, así como sus necesidades educativas, los arreglos de custodia y los gastos razonables relacionados con el cuidado de los niños debido al trabajo del padre sobreviviente o guardián.
En caso de ser encarcelado, impidiéndole pagar la pensión ordenada por la ley, el condenado tendrá hasta un año luego de su liberación para pagar aquello que quede pendiente de los gastos de mantenimiento que debe. Si los pagos de mantenimiento infantiles no son pagados a cabalidad, estos deberán seguir realizándose hasta que lo que se encuentre pendiente de pagar sea cubierto completamente. Básicamente, el espíritu de la ley es obligar a los asesinos a encargarse de los hijos de sus víctimas.