Fue en mayo de 2011 cuando Joao Pereira de Souza, un albañil brasileño encontró a un pingüino cubierto de petróleo, desnutrido y a punto de morir, esto, en la playa de Provetá en Ilha Grande, en el estado de Río de Janeiro.
Luego de este encuentro, cada año DinDim deja a Joao, pero siempre regresa con quien lo salvó y lo cuidó, en una maravillosa historia de lealtad y agradecimiento.
Cuando lo encontró en esas condiciones, Joao lo limpió, lo alimentó durante varios días y le procuró todos los cuidados posibles, hasta que poco a poco, el pingüino empezó a recobrar la movilidad.
En el momento en que el brasileño sintió que DinDim ya estaba bien, lo llevó de nuevo al mar, para que continuara con su vida normal, sin embargo, ese lugar y el humano, eran ahora parte de su vida…
Cada año, DinDim regresa al patio de Joao y permanece ahí durante 8 meses, y luego emprende su recorrido de nuevo. Esto se ha corroborado, pues João Paulo Krajewski, biólogo del departamento de Ecología y Zoología de la Universidad Federal de Santa Catarina, relató la historia para una cadena televisiva en Brasil, y además le colocó un marcador, y manifestó:
Por primera vez, tenemos una prueba definitiva de que es el mismo pingüino el que regresa cada año a la casa del señor Joao, pues volvió con el marcador.
Primero, el pingüino es totalmente libre. Duerme en el patio del señor Joao, que está conectado a la playa con una cerca parcial, pues a Joao le preocupa que al pingüino lo ataquen los perros callejeros.
El hombre se ha convertido en la familia de DinDim, y los pingüinos tienden a regresar siempre al lugar que consideran su hogar y con quienes consideran sus compañeros:
Nada en la naturaleza es 100%, pero esto es una regla para los pingüinos, que se reconocen el uno al otro por sus sonidos. DinDim definitivamente sabe a dónde va y cuando llega a Ilha Grande, como lo ha hecho por años, se dirige por sí mismo hacia el patio del señor Joao.
Además, el biólogo destaca algo importante: ya que DinDim pasa 8 meses con Joao y luego se va los otros 4, no se puede decir que llega de visita, sino que ahora, el patio de su amigo es su hogar, y sale a dar la vuelta unos meses para luego volver.
Como Dindim pasa ocho meses en Isla Grande, creo que sería más exacto decir que ahora vive allí. Él sale al mar durante cuatro meses y regresa a casa. Yo no creo, literalmente, que Dindim piense que Joao Pereira de Souza sea un pingüino. Absolutamente no. Dindim está, sin duda, unido a él y esto es claro por el comportamiento del pingüino con Joao. Ambos están muy cómodos y felices juntos. ¿Hay una mejor definición para la familia?
Aunque no se sabe a ciencia cierta a dónde va durante esos 4 meses, se presume que a la Patagonia, ya que esta especie, llamada pingüino de Magallanes, o patagónico, es originario de esta zona, en Argentina y Chile, y migran en invierno hacia aguas más templadas.
Probablemente viaje hasta Argentina, lo que sería una travesía de 8 mil kilómetros para estar en ese lugar y luego regresar con su amigo, quien también se ha encariñado con el pingüino:
Es una historia hermosa porque el pingüino estaba en muy mal estado y a punto de morir cuando fue encontrado. Además, Joao Pereira de Souza ama al pingüino; le dio a DinDim una segunda oportunidad y el pingüino le trajo mucha felicidad a él.
¡Una bella familia!