Cada vez es más común ver anuncios de espacios en renta como si se trataran de una auténtica maravilla. Sin embargo, en la realidad son cuartos de azotea, pequeños lugares compartidos en un lugar que parece la vecindad del Chavo del 8 o, como en este caso, solamente un baño con una pequeñísima cama que se pretende arrendar como un “microestudio”, pero no es más que un truco.
A través de redes sociales, en Vancouver se puso en renta este “microestudio”, que es “ideal para una sola persona que no requiere de mucho espacio”. Además, en el anuncio se informaba que recientemente se había remodelado y que su ubicación era excelente, así que cobraban 500 dólares mensuales. Sin embargo, se trata solamente de un baño al que le adaptaron una cama muy pequeña en un rincón, encima de una barra que para nada parece un dormitorio, porque bueno, es un baño…
Si bien es cierto que el lugar parece nuevo, muy limpio y ordenado, además de que sí se encuentra en una zona céntrica de Vancouver, a mucha gente le pareció que en realidad el que publicó el anuncio estaba engañando a las personas, porque en esencia no se trata de una habitación, sino que se le adaptó la cama al baño. Las políticas de la ciudad clasifican como microvivienda a un espacio de al menos 23.23 metros cuadrados y en este caso no supera los 14.86 metros cuadrados.
La publicación fue reportada y en menos de 48 horas desapareció de las redes sociales, pues el Consejo Municipal de Vancouver tiene establecido que el baño debe estar separado físicamente del resto de la vivienda, tanto por muros como por una puerta, y en este caso tampoco se cumple con esa condición, por lo que se consideró que no debe de anunciarse como “microvivienda”.
Obviamente no faltará quien considere que este espacio es ideal para él, ya sea por la ubicación o porque realmente no necesita mucho espacio. Sin embargo, lo que ha causado molestia es que se pretenda engañar a las personas, pues bastaba con decir que se trata de un baño con una cama y que está en renta, no era necesario tratar de atraer a un posible inquilino con la idea de que es una pequeña (muy pequeña) vivienda, porque evidentemente no lo es.