Lo que sospechábamos, la mayor parte de las matemáticas que enseñan en la escuela no sirven para nada y lo peor es que vivimos en un mundo con más matemáticas que nunca. Pero lo malo no son las matemáticas en sí, sino la manera en que las enseñan.
El físico y matemático de la universidad de Cambridge, Conrad Wolfram, opina que hay un problema con las matemáticas. Los estudiantes las ven como una clase difícil y los maestros están frustrados. Los gobiernos saben que son muy importantes pero no saben cómo actualizar los programas académicos.
“Cada vez vivimos en un mundo más matemático y sin embargo la educación está estancada”, opina Wolfram. El profesor ha tenido mucha atención luego de su charla TED sobre cómo enseñar matemáticas a los niños en el mundo real.
Wolfram asegura que es un error tener a los estudiantes haciendo cálculos a mano durante horas cuando ya hay máquinas para eso. Apuesta por introducir la tecnología y dejar que las máquinas lo hagan.
Los matemáticos me odiarán por decir esto, pero antes de los ordenadores las matemáticas no eran muy útiles para el día a día, para la vida en general. Para cualquier campo en el que se usen muchos datos, como la física, la biología o la salud, la computación ha elevado las matemáticas a un estadio nuevo.
Los problemas reales del siglo XXI solo se pueden resolver usando los ordenadores y por eso deben entrar en el sistema educativo como parte fundamental de la asignatura. Tener a los niños en las aulas calculando a mano ecuaciones de segundo grado ya no tiene sentido; hay que enseñarles a interpretar los datos y a sacar utilidad de las matemáticas.
Cree que está bien aprender un funcionamiento básico, pero no complicarlo todo hasta dejar exhaustos a los pequeños. Por ejemplo:
¿Cuándo fue la última vez que multiplicaste 3/17 por 2/15? Probablemente lo aprendiste en la escuela pero nunca lo has vuelto a ejecutar. Muchos expertos dirán que multiplicando fracciones estás aprendiendo, pero solo estás recordando un proceso.
En la ecuación x+2=4 te enseñaron que si pasas el dos a la derecha cambia de signo y se convierte en menos dos. Ahí tampoco entiendes qué estás haciendo. Las matemáticas tradicionales ya no tienen sentido y probablemente el 80 por ciento del contenido de la asignatura no es útil y nunca lo usarás fuera del aula”.
Dice Conrad, “intentar saber cómo usar la computación no supone menos trabajo para el cerebro. Todo lo contrario. Los problemas a resolver son mucho más complejos y ahí es donde hay que entrenar a los niños”.
En el mundo real puedes usar el machine learning o el análisis estadístico para medir y analizar resultados. Elegir qué opción funciona mejor en cada caso es complicado y ese tipo de conocimientos no se enseñan en la escuela. Las matemáticas son mucho más que el cálculo, aunque es comprensible que por cientos de años se le haya dado tanta importancia, pues solo había una forma de hacerlo; a mano. Las matemáticas se han liberado del cálculo, pero esa liberación todavía no ha llegado a la educación.
Sus teorías parecen tan aceptadas, que ha convencido a todo un país de experimentar una nueva educación: Estonia, el país más digital de Europa, aplica ya sus nuevas propuestas.
En el último informe PISA superó a los finlandeses en ciencias y matemáticas y es el nuevo referente en Europa en innovación educativa. Hace tres años conocí en unas jornadas a su Ministro de Educación, que es físico, y dos años después lanzamos el primer proyecto piloto, que se está usando en el 10 por ciento de los colegios públicos del país.
Hemos centrado la asignatura, para estudiantes de secundaria, en probabilidad y estadística y hemos cambiado el sistema de evaluación. Los alumnos aprenden a resolver cuestiones reales como por ejemplo ¿son las chicas mejores en matemáticas? o ¿mi estatura está en la media? Ahora estamos en conversaciones con Irlanda y Australia.