Ciudad del Este, una metrópolis paraguaya que se encuentra en la triple frontera con Brasil y Argentina, fue el escenario para lo que se conoce internacionalmente como el robo del siglo, en el cual participaron cerca de 50 ladrones, con armas, explosivos y más equipo de guerra.
En la madrugada del 24 de abril, el equipo de 50 ladrones hizo explotar la puerta de Porsegur, empresa de valores; y se calcula que el botín alcanzado fue de 40 millones de dólares, como mínimo.
La policía uruguaya sospecha que los asaltantes forman parte del grupo delictivo más grande de Brasil, que orquestó un plan muy de película para hacerse del botín.
En primer lugar, hicieron explotar vehículos frente a la sede de la policía de la zona, para evitar futuras acciones de la policía. Según informes, falleció un oficial y dos resultaron heridos, mientras que a una mujer le dispararon en la pierna cuando circulaba por la zona del robo.
Frente al local, la residencia de dos ancianos fue violentada, pero, afortunadamente los ancianos lograron sobrevivir luego de esconderse.
El robo desató una persecución por calles de la Ciudad del Este, que duró alrededor de dos horas, tiempo que pareció interminable para los ciudadanos de dicha comunidad, pues, aparte de disparos, se escuchaban varias explosiones, algunas dedicadas a hacer estallar los autos utilizados en el robo.
De momento, el Ministerio del Interior de Paraguay ha confirmado la muerte de tres participantes del grupo delictivo, mientras que cuatro fueron heridos y permanecen en custodia de las fuerzas de justicia del país.
Existe un gran operativo por el gobierno de Paraguay y Brasil para dar con los ladrones, quienes presuntamente se encuentran relacionados con el grupo brasileño Primer Comando Capital (PCC), organización que tiene sus orígenes en el año de 1990, en el penitenciario de Sao Pablo, Brasil y ahora es el cartel brasileño mejor organizado y más peligroso de dicho país.