En las películas de Hollywood todas las desgracias de este mundo ocurren siempre en Estados Unidos… Esta vez es real, tres personas en Nuevo México sufren de peste, así lo informaron funcionarios de salud, quienes afirmaron que los dos casos más recientes ocurrieron esta semana.
Sí, esta es la misma enfermedad que mató a aproximadamente 50 millones de personas a lo largo de tres continentes en 1300, aunque hoy en día los antibióticos comunes se pueden deshacer de él.
Se le conocía como la Muerte Negra, por los hematomas causados por el sangrado bajo la piel. La plaga azotó Europa hace 700 años, matando a un tercio de la población, cerca de 25 millones de personas. En China y Hong Kong, aniquiló a millones de personas a finales de los años 1800.
Siglos más tarde, la plaga apareció periódicamente en países de todo el mundo -aunque a niveles menores en comparación con su apogeo medieval-. En 2015, la Organización Mundial de la Salud registró 320 casos en todo el mundo, incluyendo 77 muertes. Ésta es causada por una pulga que contagia la bacteria Yersina pestis.
Tan sólo en los Estado Unidos se pueden presentar entre uno y 17 casos humanos al año. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la peste llegó a este lugar por medio de ratas infestadas de pulgas que habían subido a buques de vapor provenientes de Asia. Desde entonces, las pulgas infectadas han tomado residencia en roedores, incluyendo ardillas, perros de la pradera y ratas.
El año pasado, el estado de Nuevo México tuvo cuatro casos. El año anterior, hubo otros cuatro, incluyendo una muerte. Este año, los tres fueron hospitalizados, pero ahora se están recuperando en casa.
La plaga puede persistir en las poblaciones de roedores, especialmente en las silvestres, durante mucho tiempo sin afectar a los seres humanos. ¿Pero qué pasa exactamente?
Bueno, la bacteria se engancha en el revestimiento del intestino y estómago de una pulga, creciendo tanto que obstruye el paso digestivo del insecto. La próxima vez que la pulga se alimente (ya saben, sangre), vomita en el animal de donde se esté alimentando (generalmente un roedor), regando las bacterias.
Una vez que un roedor está infectado, la enfermedad puede propagarse a los carnívoros silvestres que lo comen, o a los gatos, perros y personas a los que se pegan las pulgas.
Paul Ettestad, veterinario de salud pública del departamento de salud del estado de Nuevo México, dice que los perros de las praderas son particularmente vulnerables a la peste. Si una colonia entera consigue la enfermedad, la bacteria se esparce: “es como poner un fósforo en el césped de una pradera… Todo se prende”.
A medida que sus anfitriones roedores mueren, las pulgas buscarán nuevo hogar, típicamente el animal más cercano, ya sea un coyote o un gato casero.
A veces, ese nuevo huésped puede transportar las pulgas a pocas millas de distancia y esparcirlas a otros animales. Los gatos y perros pueden atrapar las pulgas mientras exploran al aire libre, o pueden arrastrar a los roedores infectados directamente a la casa. Los gatos enfermos, que son más susceptibles a la enfermedad que los perros, también pueden transmitir la infección a los seres humanos directamente.
La plaga viene en tres formas: si una persona es mordida por una pulga infectada, lo más probable es que desarrollen la peste bubónica, llamada así por los bultos dolorosos, o “bubones”, donde las bacterias se multiplican. También puede entrar en el torrente sanguíneo, causando plaga septicémica. Si no se trata, la bacteria puede llegar a extenderse a los pulmones, causando la peste neumónica, que la Organización Mundial de la Salud considera entre las más mortíferas enfermedades infecciosas.
Dos de los casos de este año en Nuevo México eran bubónicos, y uno era neumónico, dice Paul Ettestad. El paciente con el caso neumónico se está recuperando de un daño orgánico debido a la enfermedad. Debido a que la plaga neumónica puede propagarse entre las personas, los funcionarios de salud rastrearon docenas de contactos del paciente y les dieron antibióticos profilácticos.
Ese caso probablemente comenzó como bubónico o septicémico, dice Ettestad, pero debido a que la persona no buscó atención médica con la suficiente rapidez, la bacteria se propagó a los pulmones.
A veces la gente piensa que pueden aguantar en casa y van a mejorar… Lo que sucede con la peste es que si aguantas mucho, la bacteria puede propagarse al torrente sanguíneo muy rápidamente.
En 2015, un paciente en Nuevo México murió después de esperar demasiado tiempo para buscar tratamiento médico.
En lugares con escaso acceso a la atención médica, la enfermedad puede ser mortal a gran escala. El otoño pasado, un brote comenzó en una parte remota de Madagascar, en donde no se había visto la infección desde 1950. Según la OMS, más de 60 personas estaban infectadas y 26 murieron. La mayoría de los casos eran bubónicos, aunque unos pocos eran neumónicos. Parcialmente debido a la inaccesibilidad y problemas de seguridad, un portavoz de la OMS dice que “la verdadera magnitud del brote todavía está por definirse”.