Uno de los lugares más afectados por la pandemia de coronavirus es Italia, con miles de infectados, de muertos y millones en sus casas, y ante una crisis económica de grandes proporciones.
Tan grave es la situación que incluso la mafia italiana está entregando alimentos a quienes se han quedado sin trabajo y sin ingresos, aunque algunos creen que hay una intención más allá de ayudar a la población.
Cerca de un millón de trabajadores en el Sur de Italia se ha quedado sin ingresos, y justo en esta región es donde hay una mayor presencia de la mafia.
De acuerdo a reportes, miembros de la mafia se han visto por Nápoles, Palermo, Campania, Calabria, Sicilia y Puglia, sobre todo en las villas más pobres, para entregar alimentos.
Sin embargo, analistas señalan que probablemente la mafia está tratando de “ganar simpatías” de las personas que hoy tienen una enorme necesidad, para luego llevarlos a sus filas como “trabajadores”.
Son organizaciones que aspiran a gobernar territorios y mercados. Los comentaristas a menudo se centran en el aspecto financiero de las mafias, pero tienden a olvidar que su fortaleza proviene de tener una base local desde la cual operar.
Estas acciones de las mafias no son regalos. La mafia no hace nada por su amable corazón. Son favores que todos tendrán que pagar de una forma u otra, ayudando e incitando a un fugitivo, tomando una pistola, traficando drogas y cosas por el estilo.
—Federico Varese, profesor de Criminología en la Universidad de Oxford
Los capos saben muy bien que para gobernar deben cuidar a las personas en su territorio, y lo hacen explotando la situación para su ventaja. A los ojos de la gente, un jefe que toca la puerta ofreciendo comida gratis es un héroe, y el jefe sabe que puede contar con el apoyo de estas familias cuando sea necesario, cuando, por ejemplo, la mafia patrocina a un político para la elección que promoverá sus intereses criminales.
Consideren lo que le pasó a El Chapo, el narco mexicano. Traficaba toneladas de cocaína y ordenó el asesinato de cientos de personas, pero en su ciudad natal era conocido por su benevolencia, porque la gente decía que proporcionaba medicamentos a las familias o construía caminos. Lo mismo sucede aquí.
—Nicola Gratteri, investigador de temas de la mafia, en entrevista para The Guardian
Ojalá que las intenciones sean buenas realmente y que como dicen los expertos luego no quieran cobrarse la ayuda, menos en estos tiempos tan difíciles por los que están pasando las personas.