Parece que lanzar piedras es algo muy común, ya sea al agua, desde las alturas, para espantar algún animal o patearlas cuando vamos caminando. En las primeras etapas de la civilización humana esta era la forma principal de defensa, porque el daño que una roca lanzada a gran velocidad puede causar es mucho, incluso matar a una persona.
En estos tiempos lanzarle una piedra a alguien puede parecer algo salvaje, pero en la región de Uttarakhand, en la India, es una tradición en la que el objetivo es lanzar piedras para ocasionar heridas, mientras más sangrantes mejor, en el grupo rival. Como te podrás imaginar, esta “fiesta” se convierte en una auténtica batalla campal en la que el ganador será el que salga menos golpeado.
En esta tradición se reúnen cuatro clanes (Walik, Chamyal, Lamgaria y Gaherwal) en el distrito de Champawat, en Uttarakhand, y se dividen en dos grupos. Primero, los participantes deben juntar la mayor cantidad de piedras que puedan y, claro, si son grandes, es mejor, ya que estas serán las municiones que usarán durante la Bagwal, como se le llama a esta tradición y su traducción es “Batalla de las Piedras”. Además, uno de los grupos utiliza unos escudos enormes para protegerse del ataque, aunque esto es insuficiente.
Esta batalla está vidente desde hace siglos y, de acuerdo a la tradición, Barahi, una deidad hindú, logra vencer a unos demonios y promete a los humanos protegerlos de cualquier presencia demoniaca, siempre y cuando cumplan con un sacrificio en el que haya sangre y qué mejor manera de lograrlo que lanzando rocas. Como te podrás imaginar, los heridos se cuentan por decenas. Por ejemplo, en la edición más reciente hubo 77 heridos tan solo en siete minutos de lucha.
Al inicio no era tan fácil porque cada año, uno de los clanes debía sacrificar a uno de sus miembros, lo que era todavía más salvaje que lanzar piedras, pero cuando un niño debía ser sacrificado, su abuelita le imploró a Barahi que lo perdonara. La deidad aceptó terminar con los sacrificios, pero les dijo que debían enfrentarse todos los clanes a pedradas y así nació esta tradición. Sin duda que esta deidad es de gustos un poco excéntricos.
Mientras que para algunos dioses es suficiente algún rezo, un poco de fruta e incienso, a Barahi lo que le gusta es la sangre y por eso los habitantes de esta zona continúan con la tradición de la Batalla de las Piedras cada año, así logran protegerse de los demonios y también tienen la oportunidad de lanzarle unas cuantas rocas de forma legal a alguien que no les cae muy bien.