Luego de un mes sin hacer apariciones públicas, Kim Jong-un, presidente de Corea del Norte, reapareció y comentó que es “posible” que haya escasez de alimentos en su país, pues desde hace algunos meses había hablado sobre una “crisis inminente”. Además, llamó la atención que ahora luce más delgado. Tal vez por la falta de comida tuvo que ponerse a dieta forzada.
Estamos acostumbrados a ver al líder norcoreano con varios kilos de más, pero ahora es notorio que bajó de peso. Algunos estiman que perdió entre 10 y 20 kilos de peso, lo que obviamente también desató las especulaciones, pues desde hace tiempo se ha dicho que está enfermo e, incluso, varias veces ha circulado la noticia de que murió, pero como ya sabemos, nada de su vida privada se da a conocer.
Kim estuvo en la reunión del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, donde informó que el país atraviesa por una “situación alimentaria tensa” a pesar de que la economía local va mejorando. Sin embargo, el aislamiento que tienen con otras economías es lo que provocó esta crisis, sobre todo durante la pandemia, ya que Corea del Norte cerró aun más sus puertas al resto del mundo.
A principios de los 90 se vivió una fuerte hambruna en Corea del Norte y en ese momento se acuñó el término de “Marcha Ardua”, ya que el pueblo norcoreano tuvo que resistir la difícil situación, en la que se estima que hasta un 10 por ciento de la población murió. Recientemente, un medio difundió que Kim Jong-un comentó que los ciudadanos deberían prepararse para otra Marcha Ardua, lo que deja ver que la situación actual es grave.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en Corea del Norte hacen falta unas 860 000 toneladas de alimentos para subsistir durante dos meses. Además, se sabe que el gobierno solo planea importar una quinta parte de esa cantidad, lo que dejaría al país en una crisis grave durante agosto y octubre de este año.
Si bien es cierto que la agricultura repuntó en Corea del Norte, durante el año pasado la llegada de un tifón y meses de inundaciones dañaron las cosechas, por lo que para este año la cantidad de alimentos es muy limitada. La alternativa ahora es la importación y pedir ayuda a otros países. Sin embargo, no se sabe si Kim Jong-un esté dispuesto a hacerlo, de lo contrario, el pueblo es el que sufrirá las consecuencias.