El pasado lunes 14 de febrero, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, invocó el uso de poderes especiales de emergencia (Ley de Emergencias) ante las protestas de camioneros y del movimiento antivacunas que mantienen bloqueados los cruces fronterizos del país.
La Ley de Emergencias (anteriormente llamada Ley de Medidas de Guerra) puede invocarse en caso de crisis nacional y le otorga al gobierno federal mayor poder. Esta es la segunda vez que se activa. La primera fue en 1970, durante el Gobierno de Pierre Elliott Trudeau, padre de Justin Trudeau, quien la usó para enviar al ejército a Quebec después de que un agregado comercial británico y un ministro local fueron secuestrados.
Justin Trudeau explicó en una rueda de prensa que las medidas “serán razonables” y proporcionales a las amenazas que existan. Además, afirmó que no se limitará la libertad de expresión ni la capacidad de manifestarse legalmente en el país y enfatizó que su gobierno no desplegará ni hará uso de las Fuerzas Armadas. Sin embargo, la policía tendrá “más herramientas” para detener o multar a los manifestantes y proteger infraestructuras claves para el país.
Además, aclaró que tomó la decisión de usar la Ley de Emergencias porque “es evidente” que las autoridades locales están teniendo problemas para hacer cumplir la ley tras semanas de protestas y bloqueos de cruces fronterizos que afectan la economía y seguridad del país.
Después de discutir con el gabinete y el caucus, luego de consultar con los primeros ministros de todas las provincias y territorios, luego de hablar con los líderes de la oposición, el gobierno federal ha invocado la Ley de Emergencias para complementar la capacidad provincial y territorial para abordar los bloqueos y las ocupaciones. Quiero ser muy claro, el alcance de estas medidas será limitado en el tiempo, geográficamente específico, así como razonable y proporcional a las amenazas que pretenden abordar. La Ley de Emergencias se utilizará para fortalecer y apoyar a las agencias de aplicación de la ley en todos los niveles en todo el país. Se trata de mantener seguros a los canadienses, proteger los trabajos de las personas y restaurar la confianza en nuestras instituciones.
– Justin Trudeau, primer ministro canadiense
Cabe mencionar que durante la consulta con los jefes ejecutivos provinciales, los representantes de Quebec y Alberta mostraron oposición ante el uso de la Ley de Emergencias. Incluso el líder del soberanista Bloque Quebequés, Yves-François Blanchet, declaró en rueda de prensa que Quebec no quiere ni está de acuerdo con el uso de las Fuerzas Armadas en su territorio ni en el resto del país. Sin embargo, la decisión ante el uso de la Ley de Emergencias recibió una mayoría de votos a favor y ya está en marcha.
Por otra parte, la vice primera ministra, Chrystia Freeland, explicó que los bancos tendrán total albedrio para embargar las cuentas personales de quienes participen en dichas protestas y, además, se podrá suspender el seguro de los vehículos de cualquier activista.
No estamos usando la Ley de Emergencias para llamar a los militares. No estamos suspendiendo los derechos fundamentales ni anulando la Carta de Derechos y Libertades. No estamos limitando la libertad de expresión de las personas. No estamos limitando la libertad de reunión pacífica. Nosotros no estamos impidiendo que las personas ejerzan su derecho a protestar legalmente. Estamos reforzando los principios, valores e instituciones que mantienen libres a todos los canadienses.
– Chrystia Freeland, vice primera ministra canadiense