En varios países del mundo, sobre todo en aquellos que tienen un mayor desarrollo económico y social, se ha convertido en una práctica común el reducir las jornadas laborales para lograr un mayor descanso de los trabajadores y que tengan una mejor convivencia con sus familias y amigos.
Mientras tanto, en otros países, como sucede en los que se conocen como “en vías de desarrollo”, el trabajo se extiende durante 6 de los 7 días de la semana, con horarios que abarcan la mayor parte del día, o incluso sin momentos de descanso, lo que genera problemas de salud, mentales y sociales.
Para el sector de los estudiantes que buscan tener también un trabajo que les ayude a obtener experiencia y a pagar los gastos de su educación, este es un esquema amigable, ya que tienen tiempo para cumplir con sus deberes escolares y para divertirse, con 3 días de descanso.
Esto es importante, porque de acuerdo a encuestas realizadas por Recruit Carrier Company, al menos los jóvenes que están en la escuela y buscan empleo, priorizan el horario laboral incluso sobre el salario.
Por supuesto, también hay beneficios en la convivencia en el hogar, y se ha demostrado que luego de estos 3 días no laborales, los trabajadores se presentan con un mejor estado de ánimo, lo que genera una mayor producción y reduce accidentes.
También en Nueva Zelanda hay un negocio que ya aplica esta jornada laboral, y hay que decirlo, los empleados conservan su mismo salario y prestaciones que ofrece la empresa, y se han estado monitoreando los beneficios, pues se trata de un proyecto experimental.
Parece que todo va tan bien que en los próximos meses se podría implementar de forma oficial esta jornada, con lo que los países que la apliquen serán la envidia de todos los demás. Tal vez puedas empezar a buscar ofertas en Japón; no suena nada mal descansar todo el fin de semana.