El uso de las tecnologías digitales de comunicación, que se vio poderosamente impulsado por la cuarentena a la cual nos vimos obligados a someternos durante el inicio y desarrollo de la pandemia de covid-19, tiene un lado oscuro que dista mucho de las oportunidades que le brindó al mundo para seguir girando a pesar del encierro forzado generalizado. Ese aspecto nefasto de las redes sociales es el ciberacoso o cyberbullying.
En países avanzados tecnológicamente, como Japón, el abuso de las redes ha crecido hasta el punto en el que ya no puede ser ignorado: el país del sol naciente impondrá penas de hasta 1 año de cárcel, así como otras penalizaciones a quienes usen las tecnologías para acosar y practicar el bullying en línea.
Penas más severas
Castigos de hasta un año de cárcel y multas que ascienden a 2200 dólares son algunas de las penas que los ciberacosadores estarán enfrentando en caso de ser descubiertos en el acto de atacar o poner en riesgo la integridad de otros por medio de las plataformas de redes sociales.
Anteriormente, cuando mucho, un cyberbully podía ser detenido hasta por 30 días o podía ser penalizado con multas de 73 dólares; con castigos tan triviales, el sentimiento general era que en realidad prácticamente no se arriesgaba nada al acosar anónimamente en línea. La nueva legislación tiene como claro objetivo disuadir a posibles infractores.
Hana Kimura
El caso de Hana Kimura, una luchadora profesional japonesa de apenas 22 años, cuyo fallecimiento fue anunciado el 23 de mayo de 2020. Poco antes de su muerte, había publicado sus intenciones de suicidarse, a altas horas de la noche; acompañando a esas notas suicidas, venían mensajes de odio que había recibido por redes y fotografías de autolesiones.
La luchadora de segunda generación, hija de la peleadora Kyoko Kimura, murió a las 4 a.m. en Koutou, Tokio, envenenada. El 15 de mayo de 2020 la policía anunció el arresto de un hombre en sus veintes, como instigador del suicidio de la luchadora por medio de acoso cibernético. La madre de Hana inició una cruzada contra el ciberbullying desde el fallecimiento de su hija y es responsable, no en poca medida, de la aprobación de las nuevas penas.
Terrace House
El reality show de Netflix, Terrace House, en su versión japonesa, fue señalado por Kyoko Kimura como uno de los catalizadores de la depresión y subsecuente suicidio de su hija: responsabilizó al programa de obligar a su hija a interpretar un papel despreciable de villana que puso al público en su contra, mientras que los productores no aclaraban (y de hecho siempre han negado) que exista un guion para la serie.
Un par de sujetos, oriundos de las prefecturas Fukui y Osaka recibieron multas por apenas 9.56 dólares por insultar y difamar públicamente a Hana Kimura, a raíz de su actuación en Terrace House. Por supuesto que eso no frenó la saña de los trols (ni siquiera la de los infractores ya sancionados) y los ataques a Kimura continuaron hasta el fatal desenlace de su vida.
Ciberbullying
Consistente en emplear las redes sociales para humillar o violentar psicológicamente por medio de las redes sociales, el ciberbullying ha tenido un crecimiento enorme en los últimos tiempos, sobre todo en países donde la tecnología tienen una presencia fuerte.
Japón tiene, además de un acceso prácticamente universal a las tecnologías informáticas, una cultura del anonimato particularmente fuerte; estas condiciones, junto con la virtual inexistencia de penas por comportamientos abusivos en línea, son considerados factores decisivos en el crecimiento del problema del cyberbullying y la difamación en redes que se ha presentado en el país.
Dimensión del problema
El profesor Shinichi Yamaguchi, asociado con el Centro Japón para Comunicación Global de la Universidad Internacional de Japón, aduce que “en términos de abuso en línea, en Japón hay una tendencia a atacar a individuos que destacan de un modo u otro”, hablando de cómo quienes son reconocidos, son atacados, explicando el amor japonés por el anonimato; esto puede ser visualizado en el popular dicho “la cabeza del clavo que sea más prominente será la que reciba el martillazo”.
De acuerdo a una encuesta llevada a cabo por el Instituto de Investigaciones Mitsubishi en marzo de 2022, 50.1 % de los cibernautas entre 15 y 99 años han visto mensajes agresivos en línea: 52.6% en Twitter, 32% en Yahoo Japana y 28.2 den Youtube, casi todos de fuentes anónimas; el ministerio de comunicaciones de Japón informó que en 2014 el 75.1% de los usuarios japoneses usa pseudónimos y cuentas anónimas en su país.