Tradicionalmente, Japón decía tener 6852 islas en su territorio, un número más que respetable, pero ahora las nuevas técnicas y tecnologías vienen a dar al traste con el material educativo escolar luego de que la Autoridad de Información Geoespacial (GSI) descubriera más de 7000 nuevas islas, que caen en la categoría “litou” o “pequeñas y remotas islas”.
Con un nuevo total estimado de 14 125 islas, los chamacos japoneses pasarán el infierno si les pidieran dibujar un mapa de su país, pero tal vez los cambios que ocurrieron debido a los resultados arrojados por la revisión de la GSI no sean inmediatamente decisivos en los aspectos económicos o culturales de Japón, porque muchas de esas nuevas islas no ofrecen demasiadas opciones económicas, de expansión urbana o incluso geográficas.
No sabes lo que tienes, hasta que le metes tecnología
La nueva revisión de la composición exacta del territorio japonés viene de la mano del uso de fotografías aéreas, mapas digitalizados y técnicas computacionales de referencia cruzada de datos. Esto es importante porque el territorio total de Japón es isleño: Hokkaido, Honshu, Shikoku y Kyushu son las islas más importantes, siendo Honshu la mayor, con unos 227 mil 898 kilómetros cuadrados de territorio, representando un 60 por ciento del total de su territorio y conteniendo unos tres cuartos de todas sus prefecturas. Solo 421 de las islas japonesas están habitadas.
Las islas principales restantes, Hokkaido, Shikoku y Kyushu, tienen una importancia política menor que la de Honshu. Además, las islas más diminutas, que se contaban por millares antes y ahora por las decenas de millares, han sido históricamente despreciables porque no pueden ser explotadas por sus recursos y riquezas. Por si fuera poco, andar contando islas tampoco es tarea fácil, por eso hasta hace poco resultaba imposible tener una cuenta exacta de la cantidad de islas pertenecientes a Japón.
¿Cómo es posible ignorar una isla? Los guardias costeros no querían chambear tanto
Aunque suene ridículo, en realidad, “pasar por alto” la presencia de una isla no es algo tan difícil como parece. La última revisión y mapeo del territorio japonés se llevó a cabo en 1987, cuando la Guardia Costera se dio a la titánica tarea de realizar el estudio. Sin embargo, aunque procuraron hacerlo del modo más estricto posible, la decisión de dejar fuera del conteo a las islas con una circunferencia de menos de 100 metros fue responsable del “error” que les hizo ignorar más de la mitad de sus islas.
Por aquellos tiempos, su capacidad técnica y tecnológica dificultaba discriminar entre grupos de pequeñas islas e islas más grandes, por lo que, al confundir islas grandes con varias islas pequeñas, varios territorios que debieron ser contados fueron ignorados por la Guardia Costera. Sin embargo, las islas pequeñas, bancos de arena e islas dentro de ríos y lagos ahora son reconocidos como territorios por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y las autoridades japonesas han tenido que tomar en consideración esas nuevas reglas para el mapeo más actual.
Más de siete mil nuevas islas y las que se acumulen
Con las nuevas técnicas de supervisión geográfica, es posible ser mucho más estrictos en el descubrimiento y mapeo de los territorios, por lo que no se debe descartar el nacimiento de nuevas islas para sumarse a los descalabros de los geógrafos, pues la abundante actividad volcánica en las aguas japonesas vuelve a ese fenómeno algo no inédito. Por ejemplo, en agosto de 2021 se registró la aparición de una nueva isla perteneciente a Japón y cercana a la infame Iwojima, a unos 1200 kilómetros al sur de Tokio.
El nacimiento de esa isla, genialmente llamada Niijima, que quiere decir “Nueva isla”, se debió a la actividad volcánica submarina a unos 50 kilómetros al sur de Iwojima. Aunque esta podría volver a ser “tragada” por el mar, formaciones naturales como esa también podrían ser consideradas por leyes internacionales como partes nuevas del territorio japonés, agregando dolores de cabeza a los geógrafos, quienes ya tienen mucha chamba.