En Brasil existe una isla a la que, por el peligro que se vive ahí, ha sido prohibido el acceso. Se llama Isla de la Quemada Grande, se encuentra en San Pablo, Brasil, y en ella viven las víboras más venenosas del mundo.
Con 430 mil metros cuadrados, la Ilha da Queimada Grande, su nombre en portugués, o también conocida como Isla de las Cobras, es un lugar en el cual, según especialistas, se encuentra la mayor densidad de serpientes venenosas en el planeta; estamos hablando de una serpiente por metro cuadrado.
En la isla hay una sola especie de serpientes, del género Bothrops Insularis, pero la población de la mismas ha disminuido más de un 15%, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Esto, a razón de que sólo habitan en esa región, y por otro lado, son muy valiosas en el mercado negro de las serpientes.
Y, ¿cómo llegaron ahí?, bueno, se dice que la isla se separó de Brasil hace ya miles de años (11 mil), cuando el nivel del mar aumentó, por lo que esa parte se convirtió en isla y aisló a las serpientes, y las dejó con muy pocas opciones de alimento, a excepción de las aves migratorias.
Se dice que en un principio su veneno no era tan mortífero; las aves, a las cuales mordían, solían estar muy lejos del lugar cuando el veneno surtía efecto. Y, como la naturaleza es sabia, las serpientes evolucionaron, y su veneno se volvió extremadamente fuerte. Ahora es capaz de matar a cualquier presa de manera inmediata.
Los efectos del veneno son extremadamente corrosivos, en realidad, este veneno es capaz de derretir la carne humana, lo que la convierte en una de las víboras cuyo veneno es de los más potentes del mundo.
Debido al peligro al cual se enfrentan las personas que acuden a la isla, la milicia brasilera prohibió el acceso de civiles a la isla.
En ocasiones, algunos científicos tienen permiso de entrar para estudiar a las víboras y la marina brasilera la visita para su control.
Pero esto no detiene a los cazadores, quienes acuden a la isla de manera ilegal para capturar a estas especies y venderlas por casi 30 mil dólares en el mercado negro.
A continuación te dejamos un estracto del reportaje que hizo NatGeo, para presentar a esta singular especie: