Dicen que los verdaderos amigos se conocen en las buenas en las malas, y Byron Taylor pudo comprobar lo anterior con quién menos lo esperaba: su perro Geo.
Era un día difícil para Byron, no eran los mejores tiempos: acababa de sufrir una dolorosa ruptura amorosa que lo había orillado a buscar compañía en el alcoholismo, convirtiendo su ánimo en pensamientos de suicidio.
Así que después de beber una gran cantidad de alcohol, decidió tomar una soga y escribió una nota en donde se despedía de sus familiares y amigos; sin embargo, el destino le tenía preparada otro camino.
Su hermoso perro bull, Geo, no iba a dejar a su amigo solo, y para sorpresa del propio Byron, su valiente guardián sujetó con los dientes la cuerda con tal fuerza que no podía quitárselo de encima -extraño porque el can no había presentado nunca este tipo de comportamiento-, situación que le abrió sus ojos y le dio una nueva oportunidad de vida con un objetivo para seguir adelante.
Pero no todas las historias tienen un final feliz, y hace aproximadamente un año le fue diagnosticado a Geo un tumor cerebral que orilló a Byron Taylor a devolverle el favor.
Es así que familiares, amigos e incluso desconocidos, se sumaron a la causa para recolectar donativos y buscar una cura para el valiente perro, quien desgraciadamente perdió la batalla en noviembre pasado.
Geo fue “el mejor perro que conoceré jamás, mi cariño por ti siempre crecerá”, escribió Byron recordando a su amigo fiel.
Con los donativos de Geo destinados para la lucha contra el tumor, Byron ha decidido continuar la lucha que le enseñó su Bull amigo, redirigiendo ese dinero a otras asociaciones y seguir apoyando la causa.