Cuando ponerles nombres raros a los bebés, como de superhéroes o algo todavía más extraño, se convirtió en una moda, las autoridades de varios países decidieron prohibir a los padres que lo hicieran debido a las burlas y señalamientos que los niños podrían sufrir a lo largo de su vida. A pesar de que alegan que es su derecho darle el nombre que quieran a sus hijos, primero deben pasar por un filtro para que las autoridades encargadas definan si pueden usar o no ese nombre.
Recientemente, una pareja se presentó en Suecia para registrar a su hijo como “Vladimir Putin”, como se llama el presidente de Rusia, pero el comité que revisa estos casos decidió negarles el registro de su bebé, a menos que eligieran otro nombre, porque el del mandatario “podría provocarle daño psicológico”.
Para registrar a un bebé, la Agencia Tributaria Sueca debe revisar el nombre que han elegido y aprobarlo, de lo contrario, no se puede llevar a cabo el proceso y se tendrá que buscar otro nombre. Se trata de evitar que el niño lleve algún nombre ofensivo o que remita a personajes que no son tan agradables en la historia, como sería bautizar a alguien como “Adolf Hitler”.
Los nombres a elegir no pueden ser ofensivos o causar futuros problemas al recién nacido.
-Agencia Tributaria Sueca
No es la primera vez que se presenta una controversia como esta, porque desde hace algunos años llegaron varios padres “innovadores”, queriendo utilizar nombres como “Alá” y otra pareja que quería registrar a su hija simplemente como “Q”, pero no se los me permitieron. En el 2007, una pareja ganó un juicio en la corte sueca para que no prohibieran usar los nombres de “Metallica” y “Google”.
En este caso, las autoridades señalan que usar el nombre del presidente ruso puede ocasionar un “potencial daño psicológico” en el niño. Sin embargo, los padres consideran que Vladimir Putin es un personaje digno de admiración y por eso quieren que su hijo lleve ese nombre.
La Agencia Tributaria Sueca no aclaró cuáles fueron sus criterios para no permitir que el niño sueco lleve el nombre del presidente ruso, pero al ser ellos quienes deciden, los padres no tendrán más remedio que buscar otro nombre, o bien, viajar a Rusia y registrarlo en ese país, donde seguro no tendrán ningún problema en hacerlo.