Boris Johnson, el primer ministro del Reino Unido, acaba de anunciar ante el parlamento la revocación de las medidas impuestas por emergencia sanitaria contra la variante ómicron de covid-19. El mandatario ha dicho que ya no serán obligatorios el uso de cubrebocas, el trabajo en casa y el certificado covid.
A pesar del alza exponencial de contagiados que Reino Unido experimentó de diciembre a la fecha, el primer ministro ha decidido, en conjunto con los secretarios de salud, que se volviera al plan A de su estrategia de lucha contra la contingencia, pues si bien los enfermos se han multiplicado, estos no han enfermado de gravedad.
El primer ministro ha establecido las nuevas medidas a partir de la gran campaña de vacunación y refuerzo que han llevado a cabo. Con base en la cobertura de inmunización, los funcionarios ingleses han decidido suspender las medidas severas del plan B.
Debido a la extraordinaria campaña de refuerzos de vacunas, junto con la forma en que la población ha respondido a las medidas del Plan B, podemos volver al Plan A en Inglaterra y permitir que las regulaciones del Plan B finalicen a partir del jueves de la semana que viene.
‘Once regulations lapse, the government will no longer mandate the wearing of face masks anywhere’
Boris Johnson has confirmed that Plan B measures to control the spread of coronavirus in England will be allowed to expire.
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— GB News (@GBNEWS) January 19, 2022
El mandatario ha dicho que el certificado covid ya no será necesario pero que las empresas y el sector privado podrán seguir haciendo uso de él si así lo desean. Lo que sigue en pie es la recomendación del autoaislamiento ante sospecha de la enfermedad, pero ya no como un requerimiento legal.
Las medias han sido controversiales ante la mirada de la comunidad internacional, pues han recordado que Inglaterra está en el séptimo lugar de mayor número de decesos por covid-19 a nivel mundial. Sin embargo, el ministro de Salud, Sajid Javid, ha declarado que el máximo de contagios y hospitalizaciones se ha alcanzado, por lo que el virus ya sería endémico.
Mientras tanto, otros países como China han impuesto severas restricciones para evitar la propagación de la variante ómicron. Para algunos, el anuncio de Johnson ha significado un triunfo de la libertad y para otros, no es más que el reflejo de las presiones empresariales por las que el propio sistema parlamentario y administrativo de Inglaterra se rige.
En torno a toda la polémica también se encuentra el escándalo sobre el primer ministro, quien acudió a una fiesta en el periodo que él convocó al plan B, por lo que la percepción pública juega en su contra y por lo que habría buscado acabar con las medidas de forma inmediata como un intento por recuperar credibilidad.