Formar parte de un ejército no es cosa fácil, menos cuando se trata del de Estados Unidos, que tiene operaciones militares en varias zonas del mundo. La cuestión es que no solo te tienes que enfrentar al riesgo de morir, sino que estás expuesto a ver cosas terribles que generen traumas.
Así que al regresar a su casa muchos de veteranos no logran adaptarse, precisamente por esos traumas generados durante su actividad como soldados, por lo que necesitan atención especializada; sin embargo, la terapia psicológica convencional parece que no ha funcionado, así que ahora los lobos son la alternativa… sí, leíste bien: ¡lobos!
¿Cómo es posible que un animal terrorífico como un lobo pueda ayudar, justamente, a vencer ciertos miedos de los militares?
Un santuario de animales en California, llamado Lockwood, creó el programa “Guerreros y Lobos”, dirigido por Matt Simmons, veterano de la Marina de Estados Unidos, y la psicóloga Lorin Lindner, y usan lobos para ayudar en el tratamiento contra el Trastorno por Estrés Postraumático.
Cada lobo elige a uno de los veteranos, se le acerca, y ya no elige a nadie más. La psicóloga comenta:
“Son animales salvajes que eligieron entablar una relación contigo, y eso es algo profundamente importante para alguien que sufre un Trastorno por Estrés Postraumático. Uno de los síntomas principales de este trastorno es la poca habilidad para confiar, para construir relaciones, y para sentirse a salvo”.
Los lobos ayudan a los veteranos a que puedan confiar de nuevo, lo que se replica en sus relaciones con otras personas.
Jim Minick, un veterano, señaló:
“Después de 10 años de servicio militar, la transición fue dura. Continúe con mi camino de estar enojado y beber hasta morir. He visto cosas que no puedo olvidar. He hecho cosas que no puedo deshacer. Decir que lo hiciste en nombre de tu país no te ayuda a dormir por la noche. Lo que sí te ayuda es tener un compañero. Te enseña a estar en calma y tener confianza”.
Los lobos también obtienen beneficios, pues el cariño que encuentran en estos hombres los ayuda a dejar atrás su pasado: fueron rescatados de condiciones terribles, por lo que ambos se sanan mutuamente. Minick subrayó:
“Para mí significa un poco más que se trate de un animal que no es amistoso -normalmente- con los humanos; son tímidos, se mantienen lejos del ser humano a toda costa, y aquí está, puedo caminar a un lado de la cerca, llamarlo, y viene corriendo”.
Sin duda, se ha generado una nueva familia, entre dos especies que parecería, no podrían convivir… ¡todo un ejemplo!