Venecia, el clásico destino de los poetas decadentistas, ciudad mítica donde los jóvenes europeos solían encontrar en sus canales el rumbo de sus vidas, se está secando. Los niveles de agua han disminuido y esto tiene preocupado a todo el mundo, pues su atractivo y magia parecen evaporarse con el calentamiento global.
Este fenómeno inusual en la ciudad italiana se debe a que la temporada invernal no ha sido tan generosa en cuanto a nevadas se refiere. Al parecer, el congelamiento de los Alpes y su descongelamiento son parte fundamental para que los niveles de agua en Venecia se mantengan como siempre.
En una temporada normal, el problema principal para los habitantes de Venecia sería el opuesto, es decir, las inundaciones. Pero el cambio en la estación invernal ha llevado al peligro de una sequía en toda Italia. Lo de Venecia es apenas un presagio del gran problema de falta de agua al que se pudiera enfrentar el país de manera recurrente en el presente y en el futuro.
El año pasado, el río Po, el más grande de Italia, se vio reducido de manera considerable, tanto que las poblaciones cercanas a él fueron declaradas zonas de emergencia por la sequía. Además, se ha visto que en todo el país, el volumen de agua es muy poco, por lo que podrían estar en el umbral de un gran problema ambiental. Así lo comentó el experto meteorólogo Massimiliano Pasqui:
Estamos en una situación de déficit de agua que se ha estado acumulando desde el invierno de 2020-2021. Necesitamos recuperar 500 milímetros en las regiones del noroeste: nos hacen falta 50 días de lluvia.
El riesgo de sequía se debe también a otros factores como la falta de lluvias, un sistema meteorológico de alta presión, la luna llena y las corrientes marinas. El pueblo italiano ahora espera que las condiciones climáticas mejoren y así ayuden a frenar la sequía.