La ley de la gravitación universal de Isaac Newton nos dice que la fuerza que ejerce una partícula puntual con masa, sobre otra con masa, es directamente proporcional al producto de las masas, e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las separa:
Bueno, la cosa es que debido a esta fuerza de atracción, no podemos flotar, o al menos eso es lo que habíamos creído, pues las imágenes que verás a continuación son un desafío gravitacional (tampoco sabemos si esa palabra aplique, pero suena lo suficientemente científica):