Tan solo durante las dos guerras mundiales, se estima que más de 100 millones de personas murieron, lo que nos habla de lo letal que fue el siglo XX, pero no solo con los humanos, sino que las demás especies han sido víctimas de la estupidez, el “desarrollo” y el “avance”, que dejan ver lo peligrosos que somos como especie.
Tanya Steel, ejecutiva del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), la mayor organización independiente de conservación, ha sido contundente al señalar:
Somos la primera generación que es consciente de que estamos destrozando el planeta y la última que puede hacer algo al respecto.
Y es que, a decir de Marco Lambertini, director de WWF, en entrevista para la CNN, el humano sigue siendo un cazador como hace 20,000 años, pero la tecnología actual ha permitido ser mucho más rápidos, abarcar más territorio y ser más mortíferos.
En su reporte de 2018, denominado El Planeta Viviente, WWF da a conocer datos que son estremecedores: los niveles de extinción son 1,000 veces más altos hoy, que antes de que el hombre tomará una función determinante en el ecosistema.
En los últimos 40 años, más de 4,000 especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y más, han desaparecido, es decir, cerca de un 60% de la fauna, y esto, por supuesto que tiene un profundo impacto en el equilibrio ecológico del planeta.
Lo peor de todo es que las especies que todavía no han sido exterminadas se encuentran bajo un enorme riesgo, pues la destrucción de su hábitat parece no detenerse, y de acuerdo a varios estudios, para el año 2050 solo un 10% de la Tierra se encontraría libre de la contaminación, deforestación, la caza o afectaciones graves por el cambio climático.
Esto, por supuesto que incluye al propio ser humano, por lo que debe ser ahora el tomar medidas que detengan lo que a todas luces es una catástrofe inminente, de la que no nos salvará ni la tecnología ni el dinero.
Los cazadores furtivos, la deforestación y el cambio climático son los principales causantes de la debacle, y detrás de cada una de estas, está el ser humano…
Los cazadores han terminado con el 60% de los elefantes en Tanzania, tan solo en los últimos 5 años, debido al tráfico de marfil, para poner un ejemplo. La desaparición de bosques en Borneo, en los últimos 15 años han terminado con 100,000 orangutanes. El calentamiento global terminará con el 30% de los osos polares antes del 2050.
Las zonas más afectadas son Sudamérica y el Caribe, donde la vida animal ha descendido hasta un alarmante 90% en varias zonas, y por la contaminación de aguas dulces, los seres que habitan en ríos, lagos y lagunas, se han disminuido hasta en un 83%.
La destrucción avanza, y para mucho animales ya no hubo oportunidad, y muchos están llegando a un punto donde no hay marcha atrás, e irremediablemente se extinguirán. El hombre está en esa lista.