Luther Younger, un hombre de 98 años emprende diariamente un viaje de 9.5 kilómetros para ir de su casa al hospital en el que está internada su esposa, Waverlee, de 50 años, quien fue diagnosticada con cáncer en el cerebro desde 2009.
Este hombre es un veterano de la guerra de Corea, que vive en Rochester, Nueva York, Estados Unidos, y por las constantes hospitalizaciones de su mujer son comunes sus caminatas a este lugar.
El deseo de ir a verla hace que no pueda ni siquiera esperar a que pase el autobús, así que emprende su marcha para visitar a su amor, quien se encuentra paralizada. Afirma que se mantiene en buen estado físico, y sin duda esto lo confirma, ya que fue marine y eso le ha ayudado a mantenerse bien a pesar de su avanzada edad.
Solo quiero ir allá y verla.
Y agregó:
La gente me dice que actúe conforme a mi edad; sí, claro. Están celosos porque no bebo, no fumo, porque eso no sirve. Yo no estaría aquí [si lo hiciera].
Pero lo más difícil no es el esfuerzo físico, sino el ver a su amada en esas condiciones…
No soy nada sin mi esposa. Ha sido duro. No soporto verla allí de esa manera.
Ya son casi 10 años de estas caminatas, que son una prueba del amor que el veterano siente por su mujer, a quien casi le dobla la edad.
Ella es la mejor taza de té que he tenido. Ella venía y me besaba, y decía ‘bebé’, y me daba de comer en la cama, y eso es lo que necesito aquí mismo.
Esta historia se ha viralizado, pues resulta conmovedora; además, Luther se ha convertido en un personaje popular en Rochester, ya que diariamente las personas lo ven pasar en su trayecto al hospital.
Lutheta, hija de la pareja, ha lanzado una campaña en GoFundMe para poder cubrir los gastos médicos y los traslados de su padre para que no tenga que caminar esa distancia ni esté esperando el autobús.
El objetivo es reunir 65 mil dólares y están cerca de conseguirlo…
Ojalá logren esa cantidad, y sobre todo, que Su “dulce taza de té” se recupere y puedan estar juntos en casa, para disfrutar de su amor nuevamente…