Por más de dos décadas, Pablo Escobar fue uno de los narcotraficantes más temidos e identificado como el “Rey de la cocaína”. Fue el creador del Cártel de Medellín, que azotó a toda Colombia, con miles de muertos en su haber así como una fortuna inimaginable.
En 1993 terminó su vida en un tiroteo con las fuerzas armadas y policía internacionales, y con él una estela de sangre y muerte en su país.
Como parte de sus excentricidades, Escobar llegó a conformar en su hacienda de Nápoles, en Doradal, un zoológico privado con hasta 1,500 especies, entre ellos cuatro hipopótamos que compró en California, una herencia poco grata del capo colombiano.
Tras su muerte, los animales escaparon, pero 23 años después este cuarteto de animales se reprodujo hasta tener una población de 35, el mayor rebaño de hipopótamos silvestres fuera de su natal África, quienes andan por el campo del lugar causando miedo.
Esto ha causado preocupación en la gente de Doradal, ante el riesgo que representan por su agresividad; incluso, las autoridades ya han intervenido para tratar de contenerlos.
Si bien hasta el momento no se han registrado ataques a las personas, no dejan de ser una amenaza para le medio ambiente local, en especial para la fauna.
El biólogo ambiental de la región, David Echeverri López, dijo:
“Si se ponen agresivos suponen un riesgo para la biodiversidad colombiana. Podrían desplazar a la fauna nativa como el manatí, que ya esta en peligro de extinción, o la nutria, porque ocupan el mismo espacio”.
Dejó claro que los hipopótamos son una especie invasora y muy resistente a todo. También son portadores de enfermedades que pueden matar al ganado.
“Ellos contaminan los cursos de agua donde defecan”.
Entre las acciones que han tomado las autoridades, destaca la vasectomía que realizaron a cuatro machos para evitar más reproducciones.
Planean construir barreras para evitar que se desvíen demasiado y puedan llegar hasta los pueblos y ciudades cercanas, donde la población estaría en riesgo de sufrir ataques.
Desde 2015, se instaló un cerco en el perímetro preferido por los hipopótamos: 25 hectáreas en el corazón de la hacienda.
“La idea es cerrar el área con rocas, alambre y limoneros espinosos”.
Curiosamente, en este país el recurso que es incautado a los narcotraficantes también se está destinando al presupuesto anual de la agencia ambiental.