El amor entre hermanos es uno de los sentimientos más nobles y puros que pudiera existir. Así fue el sentir de AJ Spader, quien decidió, ante el cáncer que padecía su hermana, invitarla a su baile de fin de cursos de secundaria, a sabiendas que quizá Rebekah no tendría oportunidad de vivir su propio baile.
La pequeña Rebekah Spader fue diagnosticada con síndrome mielodisplásico-pre-leucemia-. Después que se aplicaron varios tratamientos sin ningún éxito, como un trasplante fallido de médula, cuatro años antes, sus padres Tony y Stephanie optaron por darle una mejor calidad de vida a su hija de 10 años quien merecía después de tanto tiempo en el hospital, vivir un poco.
Su hermano mayor AJ observaba la valentía de su hermana para enfrentar la enfermedad, por lo que decidió regalarle un día en el que la hiciera sentir la reina del baile, y convertir esa fecha en un evento importante tanto para Rebekah como para toda la familia.
AJ y Rebekah asistieron formales a la graduación de la O’Gorman High School en Dakota del Sur, ella con un vestido color azul marino con detalles plateados con su cabello suelto con una tiara sobre su cabeza, AJ con un traje color negro con corbata color plata, completamente sincronizado con Rebekah, justo para una noche de invierno formal.
“Me sentí nervioso”, admitió AJ de 15 años, quien le pidió a su hermana con un cartel que lo acompañara al baile. Le explicó que se sentiría bendecido de ir acompañado por ella, pues le había enseñado a ser valiente.
Desgraciadamente, Rebekah Coeli Spader falleció tiempo después de este evento, acompañada de su familia y seres queridos, quienes estuvieron con ella en todo momento, enfrentando las batallas de su enfermedad. La ayudaron a tener momentos llenos de felicidad, como fue la graduación de su hermano.