Los fans del helado ya no tendrán excusa para no degustarlo a toda hora: el científico japónes Yoshihiko Koga, profesor de la Universidad Kyorin, de Tokio, ha realizado varios ensayos clínicos en donde los sujetos a prueba debían comer helado casi inmediatamente después de levantarse; y posteriormente, se les realizó una serie de ejercicios mentales por computadora.
¿El resultado? Comparado con el grupo que no había consumido helado, los que sí lo hicieron mostraron tiempos de reacción más rápidos y mejores capacidades en el procesamiento de información.
La supervisión de la actividad cerebral de los sujetos de prueba reveló un aumento en las ondas alfa de alta frecuencia las cuales se encuentran relacionadas con la activación del sistema inmunológico, la estabilidad emocional, mayor nivel creativo, capacidad para mejorar el aprendizaje, aumento en los niveles de serotonina; es decir: la felicidad.
Para comprobar la posibilidad de que las reacciones fuera debido a la ingesta del helado, el Prof. Koga repitió el experimento sustituyendo su delicioso descubrimiento por agua fría. Sin embargo, quienes bebieron agua helada mostraron un grado de mayor agudeza y capacidad mental, aunque los niveles fueron notablemente más bajos que entre los sujetos que comenzaron el día con helado.
El profesor Koga aún continúa con su investigación, pues debe precisar todavía el vínculo entre el impulso mental generado por el helado y algún ingrediente en particular; y a su vez, la asociación emocional que se tiene con el helado, el que se relaciona con emociones positivas.
Los nutriólogos británicos no ven con muy buenos ojos las hallazgos de la investigación del Prof. Koga, tomando como base estudios previos de consumir o no desayuno, y de la necesidad de glucosa para funcionar; de ahí que a mayores niveles de glucosa, la respuesta es mayor.
En 2005 neurocientíficos del Instituto de Psiquiatría de Londres realizaron pruebas similares con helado de vainilla, y los resultados fueron inminentes. Se determinó que una cucharada de helado activaba los mismos centros de placer que se estimulaban al ganar dinero o escuchando una canción favorita.
El portavoz de Unilever, Don Darling -vaya nombre… Please Believe Me!- comentó en ese tiempo que creían haber demostrado que el helado te podía hacer feliz con sólo una cucharada.
Por otra parte, en 2012, surgió otro estudio que sugiere que un postre alto en calorías que se consume por la mañana podría ayudar a perder peso. Lo que parece convertirse en factor recurrente es que el helado estimula positivamente así que por que no seguirlo consumiendo.