No todo está perdido (sólo un 99.99%), y aunque Trump ya ganó las elecciones y Hillary Clinton le deseó la mejor de las suertes como presidente de los Estados Unidos, al parecer hay una minúscula posibilidad de que gane Clinton.
Todo está en manos del Colegio Electoral, y aquí lo explicamos:
El voto popular fue para Hillary Clinton, pero el sistema electoral de los Estados Unidos se rige por el voto indirecto, a través de un Colegio Electoral, donde votan los representantes. En este último, Donald Trump dominó con 290 contra 228 de Hillary.
Sin embargo, el resultado no es oficial hasta que los miembros del Colegio se reúnan y todos emitan su voto el 19 de diciembre. La cuestión es que el día martes pasado, los votantes eligieron a los delegados de su estado, no a Clinton o Trump.
Dichos delegados serán los que eligen al presidente en una segunda votación en el Colegio Electoral. Ellos votarán por quien haya recibido más votos en su estado, el 19 de diciembre. Pero finalmente, ellos tienen el poder de votar por un candidato u otro.
Este tipo de decisión hace que los electores se llamen “electores de fe”. Es decir, si por ejemplo, vives en Pensilvania y no te gusta el hecho de que tu estado se volvió “rojo” al final de la noche de las elecciones, puedes votar por Hillary o abstenerte de votar.
Desde la fundación del Colegio Electoral, ha habido 157 electores de este tipo. De estos, 82 cambiaron su voto por preferencia personal, tres dejaron su voto porque ningún candidato les pareció bueno.
El sistema representativo ha sido criticado por muchos previamente, incluidos Clinton y el mismo Trump, quien lo consideró “un desastre” para la democracia.
Debido a que ha habido presidentes que no tienen el voto mayoritario de la población, los simpatizantes de Clinton abrieron una petición en Change.org para pedir a los delegados que cambien sus votos a favor de Clinton.
Hasta ahora, 400 mil personas han firmado la petición. Las razones son obvias para la mayoría, pero estas son algunas de las que subrayan en dicha petición: Trump no está capacitado por ser impulsivo, mentiroso, abusador sexual y por su falta de experiencia.
Además, Clinton ganó por mayoría popular. Aunque los electores de fe están prohibidos en algunos estados, y quienes voten contra su partido tendrían que pagar una multa, no es ilegal, y pueden votar por quien quieran, concluye el texto.