Varias personas se alarmaron al ver a un hombre de la tercera edad tirado a las afueras del Palacio Municipal de Tehuantepec, Oaxaca, México, así que llamaron a las autoridades, reportándolo como muerto. Sin embargo, cuando llegaron los servicios de emergencia, se encontraron con la sorpresa de que no era un cadáver, sino que a este hombre se le pasaron las copas y tenía una resaca de proporciones monumentales.
Es común ver a personas ebrias que pierden la conciencia y terminan tiradas en las calles porque ya no alcanzan a llegar a su casa. Pero en este caso, lo que llamó la atención de la gente fue que el hombre no se movía y parecía que ni siquiera estaba respirando. Cuando llegaron los paramédicos de la Cruz Roja, comenzaron a revisarlo y determinaron que no había fallecido, sino que tenía una resaca que incluso lo tenía inmovilizado.
Luego de un rato, lograron que el hombre reaccionara y reconoció que se había puesto ebrio. Además, sorprendió a los paramédicos porque les pidió “más mezcal para curarse la resaca”, pues seguramente se sentía muy mal, como tal vez te ha pasado alguna vez. Así que en lugar de medicamentos y suero, solo quería un trago más para poder “revivir” y, quién sabe, probablemente seguir la fiesta.
Obviamente no le dieron más mezcal, sino que ahí mismo le aplicaron suero ante el cuadro de deshidratación que presentaba y luego se retiraron del lugar. Se supo que este hombre trabaja cerca de ahí limpiando el calzado de quienes transitan por la zona, pero se le pasaron los tragos, tanto que incluso lo dieron por muerto. Ahora sí que aplica la popular frase: “No estaba muerto, andaba de parranda”.