Tomar fotografías o imágenes para dibujar bigotes, cuernos o quitarles dientes es un inocente juego de niños y es algo tan común que lo podrás encontrar en los libros escolares o publicidades en la calle. Pero ten cuidado de dónde haces tus dibujos, porque estos podrían costarte muy caro.
Durante una exposición pictórica en el Centro Yeltsin, en Ekaterimburgo, Rusia, un terrible vándalo dañó una obra de la artista plástica Anna Leporskaya. En la pintura, que consiste en tres formas humanoides figurativas “sin rostro”, se descubrió un daño hecho por pequeños puntos realizados con bolígrafos, simulando los ojos.
La obra afectada se trata de Tres figuras, que data de principios de la década de 1930. Actualmente pertenece a la Galería Estatal de Tretyakov, en Moscú, y fue prestada para la exposición El mundo como no objetividad. El nacimiento de un nuevo arte. No se conoce el valor exacto de la pieza, pero estaba asegurada por 74.9 millones de rublos, poco más de un millón de dólares.
Según informaron varios medios, el responsable puede ser Dmitry N., uno de los trabajadores del museo, quien se desempeñaba como ex jefe del servicio de seguridad del Centro Yeltsin. Alexander Drozdov, director ejecutivo del centro artístico, negó en un comunicado del centro que el ex jefe de seguridad tuviera algo que ver con el incidente. Además, aseguró, según Art News, que Dmitry había renunciado antes a su puesto y se encontraba hospitalizado en el momento de la “loca actuación”.
La aseguradora Alfa Strakhovanie se hará cargo de los gastos de restauración de la obra de Leporskaya, un costo que el consejo de restauración de la Galería Estatal de Tretyakov estimó en 250 000 rubros, alrededor de 3250 dólares. Afortunadamente, los daños de la pintura no son de gran consideración. Drozdov dijo que “las lesiones no fueron dramáticas y se pueden reparar (o ya se repararon) sin daño permanente”.
Se reportó que la tinta del bolígrafo penetró ligeramente la capa pictórica del color blanco titanio, ya que este color no solía cubrirse con barniz, algo común en la pintura abstracta de la época. Los trazos no tuvieron una fuerte presión, por lo que el relieve de los trazos no fue afectado. Sin embargo, una de la figuras presentaba un pequeño desmoronamiento de la capa de pintura.
¿Quién es el culpable?
Esto comienza a convertirse en un juego de detectives, pues aunque puede parecer un detalle inocente con graves consecuencias, hay mucho más de lo que nos imaginamos con este caso. Empecemos por las fechas: el 7 de diciembre de 2021, dos visitantes del museo notaron que la pintura estaba alterada, fecha en la que fue retirada de la exposición para ser evaluada y restaurada. Pero no fue hasta el 20 de diciembre que se dirigieron a la policía.
A pesar de ser un área vigilada, el museo no proporcionó información sobre el rostro ni la figura que realizó las “modificaciones” a la obra. De acuerdo con el informe del Centro Yeltsin, hasta después de que se realizó un investigación interna se entregó la evidencia a la policía. Sin embargo, la respuesta de las autoridades no fue positiva.
De acuerdo a The Art Newspaper, la Federación del Interior Rusa realizó una inspección en la cual negaron iniciar un caso penal, pues no hay indicios de delito según el art. 167 del Código Penal de la Federación Rusa, ya que la imagen no ha perdido sus propiedades. Días después, a principios de febrero, la policía de Ekaterinburgo abrió un caso por vandalismo.
En el curso de la investigación, se identificó a la persona que pintó los ojos en las figuras de la pintura de Anna Leporskaya: se trata de un empleado de una organización de seguridad privada que lleva a cabo actividades de seguridad en el Centro Yeltsin.
—Valery Gorelykh, jefe del servicio de prensa de la oficina central regional del Ministerio del Interior
El responsable enfrenta una multa de hasta 40 000 rublos y trabajo obligatorio de hasta un año o un arresto de hasta tres meses. No se ha revelado el nombre del culpable del daño a la obra, pero varios medios como el Daily Mail dicen que podría tratarse de un hombre de 60 años, en su primer día de trabajo en la galería rusa.
La cadena rusa RBC informó que la policía ya interrogó al sospechoso, pero que en “el curso de las acciones de investigación, se comporta de manera bastante agresiva, demostrando que no le gusta todo el proceso”.