Las próximas elecciones presidenciales en distintos países de Latinoamérica podrían sufrir el ciberataque de un ejército informático organizado por el Kremlin ruso.
Desde la elección presidencial en la que ganó Donald Trump se acusó al gobierno de Vladimir Putin de intervenir en el proceso democrático, a través de campañas informáticas en las que aprovechaban las redes sociales para influir en el voto de los ciudadanos. Ahora que se acercan nuevos comicios, esta vez en países como Bolivia, Uruguay y Argentina, se teme que las “granjas de trolls” rusas vuelvan al ataque.
Rusia es una de las mayores potencias internacionales, y según el investigador británico Keir Giles, cuenta con dos importantes herramientas de poder: su armamento y sus campañas de desinformación. Estas últimas están a cargo de agencias que tienen la tarea de difundir noticias falsas y propagar mensajes que desacrediten a los candidatos que no sean del agrado de Putin.
Una de las empresas acusadas de desinformar a la población internacional es la Agencia de Investigación en Internet (IRA por sus siglas en inglés), ubicada en la calle Savushkina, y que comenzó a ser investigada por su posible participación en las campañas de elección en Estados Unidos del 2016, en el referéndum por el Brexit, la elección de Macron en Francia e incluso en el referéndum de la independencia de Cataluña.
En Twitter se descubrió que había al menos 3,841 cuentas afiliadas a IRA, que se dedicaban a publicar y difundir contenidos de propaganda y fake news, las 24 horas del día desde San Petersburgo. También compartían sus publicaciones en otras redes sociales como Facebook o Instagram.
La forma en que operaba IRA fue dada a conocer principalmente por la periodista rusa Lyudmila Savchuk. En el 2014, ella solicitó empleo en la agencia y fue contratada. Su plan era “ver cómo funcionaba, pero lo más importante era ver cómo podía detenerlos”.
Según los artículos que Savchuk publicó en el sitio Moy Rayon, esta agencia era un proyecto del kremlin que contrataba a personas para convertirse en trolls cibernéticos.
La periodista trabajó junto a cientos de empleados, que tenían que cubrir una cuota de publicaciones diarias en las que intercalaban mensajes en apoyo al kremlin y de oposición a candidatos que no eran bien vistos por el gobierno de Putin. En ese tiempo los principales blancos eran Estados Unidos, Ucrania y la Unión Europea.
El reporte Mueller, publicado en marzo de este 2019, fue el que explicó a detalle cómo funcionaban estas “granjas de trolls” rusos y gracias a él se ha podido entender mejor cómo operan estas campañas de desprestigio organizadas en las redes.
Ahora que saben cómo trabajan las “granjas de trolls”, el nuevo centro de atención son los países de Latinoamérica: Bolivia, Uruguay y Argentina, porque en ellos están a punto de llevarse a cabo elecciones presidenciales y algunos de sus candidatos ya se han relacionado con el mandatario ruso.
La investigadora Alexandra Sitenko, de la Universidad de Leipzig, explicó para la cadena Deutsche Welle que Rusia tiene mucho interés en esos países, porque podrían convertirse en piezas clave de sus relaciones internacionales futuras, además de que cuentan con riqueza en numerosos recursos naturales.
El día 20 de octubre habrá elecciones en Bolivia, en las que el presidente Evo Morales buscará reelegirse y se enfrenta a candidatos como Carlos Mesa, un ex presidente. Evo es reconocido como un viejo amigo de Rusia y las relaciones con Putin – y sus “granjas de trolls” – podrían darle una gran ventaja, a pesar de que se encuentra en medio de una polémica por violaciones constitucionales.
En el caso de Uruguay, los principales candidatos son Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou, por quienes los uruguayos votarán el 27 de octubre. Las políticas del partido del Frente Amplio – representado por Martínez – son de centroizquierda y tienen muchos puntos en común con el multilateralismo de Rusia.
Después, en Argentina habrá elecciones el 24 de noviembre. En esta compiten Mauricio Macri (actual presidente) y Alberto Fernández (Partido Frente de Todos) con la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner como su vice. Durante los ocho años de mandato de Cristina hubo una mejoría en las relaciones con Rusia y eso podría ser la diferencia que de la victoria a su partido.
El apoyo de Putin y su gobierno a tal o cual candidato parece ser una pieza decisiva en las elecciones, aun cuando se trate de un proceso democrático. Tal vez no interfieran directamente en las elecciones, pero quizá las “granjas de trolls” de Rusia podrían estar participando tras las bambalinas y ocultas a la vista de todos en las redes sociales.