Todo el mundo tiene un punto en el que tiene que hacer un esfuerzo por cambiar y adaptarse o morir. Para Tony Bussey ese momento fue cuando tuvo que evacuar por un incendio y debido a su enorme tamaño no vivió la experiencia más terrorífica sino la más vergonzosa de su vida.
A lo largo de los años Bussey, un canadiense que vive en Alberta, había acumulado muchos kilos al grado de tener que usar dos asientos en un avión al ser evacuado por las llamas que consumían la zona donde vivía. La experiencia lo obligó a prometerse a sí mismo bajar de peso y rebajar sus 257 kilos a un peso saludable.
Su historia es una muestra de que Bussey tiene una enorme fuerza de voluntad. En 2016 el área donde estaba su casa tuvo que ser evacuada por un incendio. Bussey y sus vecinos regresaban a su rutina cuando pensaban que el fuego había pasado pero luego regresó con mayor fuerza.
Entonces fue necesario llevar aviones para evacuar rápidamente. Pero Bussey era tan gordo que no podía ponerse ni sus zapatos o sus pantalones talla 66. Este era un ejemplo más de toda la atención que requería Bussey por su cuerpo, pero no era nuevo para él hasta que tuvo que subirse al avión.
Bussey tuvo que ocupar dos asientos del avión y físicamente impidió que alguien más fuera evacuado en el asiento de a lado. Eso fue algo que lo hizo cambiar:
“Todo el tiempo pensaba: ‘la esposa de alguien, el esposo de alguien, el familiar de alguna persona está esperando que su mamá o papá o sus seres queridos lleguen a casa pero no sucederá porque yo soy demasiado gordo para ocupar solo un asiento’. Eso me afectó profundamente”, dijo a CBC News.
Inmediatamente decidió empezar a perder peso. Cuando llegó al cuarto de hotel donde se hospedo temporalmente ya no se comió la piel del pollo y comió verduras en lugar de papas fritas.
Empezó a caminar para ejercitarse y gradualmente fue incrementando la duración de su ejercicio cinco o diez minutos cada vez. “Se fueron 148 kilos. Todos naturalmente. Sin cirugías, ni nada. Solo cuidaba lo que comía y caminaba”, dijo. “Básicamente cambié a una dieta de pocas calorías y muchas proteínas”.
“Hace dos años apenas podía caminar hasta mi auto”, dijo. “Ni siquiera cabía dentro del auto”. Ahora planea correr un maratón. “El fuego y toda la destrucción que causó, extrañamente salvó mi vida”. El hombre ahora busca remover 10 kilos de piel que quedó en exceso resultado de su increíble transformación.
“Siempre hay esperanza. Tenía 41 años cuando empecé y pesaba casi 280 kilos. Si yo pude hacerlo, cualquiera puede”, dijo.